Igual que la protagonista recuerda con nitidez sus años de infancia y de los posteriores sólo conserva flashes de memoria, la segunda película de Milagros Mumenthaler –tan hermosa, íntima y delicada como Abrir puertas y ventanas– deja huella con una secuencia imposible de olvidar a pesar de que el resto pueda diluirse entre otras historias de vidas trabadas por un pasado en suspenso. Es cuando ella habla con su madre en la escena de chat más natural y mejor resuelta que ha visto el cine hasta ahora –chúpate esa, Assayas–, y a la vez rastrea, acaricia con el cursor, la superficie pixelada de la única foto que tiene con su padre, ‘desaparecido’ de la dictadura militar. También hay música, humor, la luz del sol y hasta un baile sobre el agua con un 4L. Pero ese momento de conexión paternofilial a través de los fantasmas de la tecnología, digno del Erice de El sur versión 2.0, se marca.
FICHA TÉCNICA
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Director:
Milagros Mumenthaler
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Género:
Drama
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País:
Argentina, Suiza
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Sinopsis:
Inés es fotógrafa, tiene 35 años, vive en un departamento de dos ambientes y está esperando un hijo. Hace unos meses se separó de su pareja y si bien la custodia del hijo será compartida, Inés se encuentra en un estado emocionalmente vulnerable que, sumado a la inminencia de su maternidad, la impulsa a terminar un libro de fotografías y poemas personales que está preparando con su editor. El proceso de concretar el libro, poco a poco, se transforma en una búsqueda muy personal y libre sobre su pasado, sobre la relación con su madre, su hermano y la ausencia de su padre.
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REPARTO: Juan Barberini, Rosario Bléfari, Carla Crespo
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VEREDICTO: Otra pieza de intimidad de la cineasta argentina más sutil.
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DURACIÓN: 82 min.
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DISTRIBUIDORA: Numax Distribución
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ESTRENO: 07/04/2017
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