La condición clínica del internacional paraguayo Salvador Cabañas, herido de bala en la cabeza el pasado lunes, es estable dentro de la gravedad y con un incremento del edema cerebral en las últimas horas, informaron hoy los médicos.

"Salvador se ha mantenido clínicamente estable, sin embargo hemos tenido ciertos problemas porque el edema cerebral ha progresado", declaró el neurocirujano Enrique Martínez, el médico que operó a Cabañas de la herida de bala.

Martínez confirmó que este edema puede empeorar en las próximas horas y que los médicos han decidido aumentar los sedantes para proteger la función cerebral. "Lo vamos a tener que sedar un poco más para proteger y mejorar la función cerebral. Podemos esperar un empeoramiento, sigue con la misma gravedad, no han pasado los riesgos de vida", expresó el médico en un informe al cumplirse 48 horas de las heridas que sufrió el jugador.

Cabañas fue herido de bala en la cabeza el lunes pasado y tras ser sometido a una cirugía de varias horas, los médicos decidieron no extraerle la bala de la cabeza por considerar que los riesgos de hacerlo eran mayores.

El informe médico de este miércoles acabó con la esperanza que generó el anterior donde se apuntaba que se habían reducido los sedantes y que el jugador ya había reconocidos algunas voces de personas que lo visitaron.

La Fiscalía tiene dudas sobre identidad de su agresor

Por otro lado, el subprocurador de justicia de la capital mexicana, Luis Genaro Vázquez, ha asegurado que Eduardo García Alanis no pudo haber sido uno de los agresores del futbolista, porque esa persona está presa por asalto.

En declaraciones a Primero Noticias, de Televisa, Vázquez señaló que el retrato de uno de los atacantes del delantero paraguayo es muy parecido al de García Alanis, pero éste no estuvo en el Bar 'Bar', donde Cabañas recibió un balazo el lunes, pasadas las cinco de la mañana.

"El retrato digital tiene un gran parecido, pero no son la misma persona", indicó el funcionario que sí confirmó la identidad de José Jorge Balderas como el otro agresor del delantero que permanece en estado grave, aunque ha comenzado a reaccionar de manera favorable.