Pep Busquets: "La silla se tiene que llevar en el culo, no en la cabeza"

Pep Busquets tiene un sueño: avistar de nuevo el Lago Rosa de Dakar en su tercera participación, tal y como ya consiguió en el año 2000. Busquets hará frente a esta prueba desde una silla de ruedas, sabiendo que hace siete años se convirtió en el primer tetrapléjico en acabar el Dakar.
Pep Busquets (Efe)
Pep Busquets (Efe)
EFE
Pep Busquets (Efe)

¿Qué siente en el desierto?

La libertad de estar solo en mitad de la arena.

¿Le da algo miedo?

Lo peor es quedarnos enganchados en una duna y ver que no puedo ayudar a mi copiloto, Oriol Mas.

¿Con qué aspiraciones va?

Finalizar entre los diez primeros es prácticamente imposible por el potencial de los equipos oficiales, pero sí podríamos estar entre los 20 primeros.

¿Su volante es como la Playstation?

Sí, llevo el acelerador en el centro y con la mano derecha manejo el embrague, el freno y el cambio.

¿El Dakar es seguro?

Eso creo, pero la gente sólo se queda con lo malo. Deberían mirar también las muertes que hay en carretera y los atropellos en las ciudades.

¿Cómo llegó al motor?

Hasta los diecinueve años hice trial, pero tuve una accidente de circulación. Después me pasé a los coches.

Mucha gente en su situación sólo se lamenta...

La silla se tiene que llevar en el culo no en la cabeza.

¿Qué hace cuando no pilota?

Trabajo en una empresa de aventura. Lo último que hice fue lanzarme en paracaídas, pero no repito: me acojoné.

¿Qué le dice su familia cuando se marcha?

Nada, soy así desde pequeño.

Nació en Sant Joan de Les Abadesses (Gerona), el 23-01-1963. Tras llegar a la meta del Dakar 2000 en El Cairo (Egipto), su equipo le montó una fiesta sorpresa en un barco sobre aguas del Nilo para celebrar su cumpleaños.

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