Era de esperar la reacción de Brasil, país natal de Felipe Massa, tras la consecución del título mundial por parte de Lewis Hamilton.

Más que el hecho en sí, lo que ha dolido en Brasil ha sido la manera en que el británico consiguió convertirse en el nuevo rey de la Fórmula 1. La maniobra -o la no maniobra- de Timo Glock cuando ya se cantaba el triunfo en Ferrari y en todo Brasil, ha hecho que el país de Massa satanice al piloto de Toyota, al que acusan de "ayudar" a Hamilton.

El periódico O Globo se pregunta: "¿No pudo o fue a propósito?" No entienden cómo Glock perdió la friolera de 20 segundos en la última vuelta. "Cuando a un piloto de F-1 le van a sobrepasar, al menos intenta acelerar, no apartarse", apunta también el periódico en su web.

Otro medio, el periódico Folha de Sao Paulo, asegura que "para la torcida brasileña, Glock será siempre un villano".

Y no es de extrañar, ya que el piloto alemán fue increpado e insultado a su salida del circuito de Interlagos. Al grito de "vendido", al tiempo que los aficionados chascaban los dedos y le preguntaban "¿cuánto has cobrado?".

Glock se defiende

El piloto alemán, a quien Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) adelantó durante la última curva del Gran Premio de Brasil para ser quinto y proclamarse campeón mundial, negó haber sido él quien le entregó la corona al británico.