"Vallehermoso es un estadio para gente mayor, joven, chicos y chicas. Además, fue el punto de encuentro del atletismo de la capital", comenta Luismi Martín Berlanas, madrileño de 35 años, récord nacional de 3.000 m obstáculos (8:07.44) y bronce en los Europeos 2002 en Munich.

Los recuerdos del corredor de Santa Eugenia de 24 años Arturo Casado, tercero en febrero en 1.500 en los Europeos de pista cubierta de Birmingham, son de juventud: "En infantiles y cadetes yo corría en esta pista. He crecido deportivamente aquí".

Ambos hablan con nostalgia de un estadio "céntrico y familiar", pero anticuado, que fue levantado en abril de 1961 sobre el antiguo cementerio de San Martín y San Ildefonso,  y que el sábado, a partir de las 19.30 horas, dirá hasta pronto con el Meeting Internacional de atletismo de Madrid, para ser demolido y reconstruido.

Conocidos en las gradas

"Va a ser bonito. Siempre te encuentras a gente conocida", asegura Berlanas. Arturito, como llama el veterano al joven, siente ya "una motivación especial por correr en casa".

José Alonso Valero, atleta de 50 años retirado y aún récord nacional de 400 metros valla (49.00), se acuerda del día que, a principios de los 80, se coló para entrenarse y tuvo que "salir corriendo, perseguido por dos gigantescos pastores alemanes".

La fecha que nadie olvidará será el 4 de junio de 1987, tarde en la que el gran Edwin Moses perdió nueve años, nueve meses y nueve días después, en 400 metros valla.

Por este estadio también han pasado Carl Lewis, Sebastian Coe, Said Auita y Javier Sotomayor.

Arquitecto y ex pertiguista

El estadio de Vallehermoso cerrará las puertas el sábado, después del Meeting de atletismo, e inmediatamente será derruido y se comenzará a construir el nuevo Centro Deportivo Municipal polivalente, que será inaugurado en 2010.

Las seis calles actuales de atletismo pasarán a ocho y el aforo alcanzará los 10.000 espectadores. Además, habrá una piscina de 50 metros, un pabellón polideportivo y una zona de campo interior para saltos y lanzamientos.

El lavado profundo de cara de Vallehermoso ha sido ideado por el arquitecto Alfonso Cano, antiguo pertiguista que llegó a elevarse por encima de los 5,50 m de altura.