La triple campeona del mundo de natación en 200 metros mariposa, 200 espalda y 400 estilos en piscina corta, Mireia Belmonte, ha comentado este lunes, a su llegada a España desde Dubai, que "no esperaba tan buenos resultados" y se mostró "muy contenta" con su actuación en la competición.

La nadadora dijo que su objetivo era "llegar a las finales" en las que competía. "Me he sentido muy bien en todas las pruebas, al final todo ha salido rodado", dijo, y se refirió también a su plata en los 800: "No pensaba conseguir la segunda posición, porque empecé muy lenta, pero poco a poco fui avanzando y estoy muy contenta por todo", explicó Belmonte.

La catalana comentó que las cuatro medallas en el mundial de Dubai suponen "presión para los Juegos Olímpicos de Londres".

"Antes de nadar pienso que voy a hacerlo lo mejor posible y si pienso más, es una presión extra que me puede perjudicar para luchar por los títulos", dijo Belmonte.

Por su parte, Erika Villaécija, campeona del mundo de natación de 800 metros libres, aseguró que "ahora" los nadadores están "más unidos y eso ayudará a que todo vaya mejor" en las próximas competiciones.

"Nos alegramos de los éxitos ajenos porque eso ayudará a que todo vaya mejor. En Dubai y en Budapest no he notado falta de ninguna cosa y en eso creo que es en lo que hemos mejorado" respecto a otros campeonatos, explicó Villaécija, dando por cerrado el debate sobre las supuestas malas relaciones de los componentes de la selección en otras competiciones.

A nivel personal, Erika comentó que las competiciones anteriores no le salieron muy bien, pero que "este Mundial era el objetivo de la temporada".

"Empecé a animarme al ver que todo me iba muy bien según iba avanzando el campeonato. Estoy muy contenta, porque además he mejorado mis marcas y eso demuestra que no he llegado a mi límite", concluyó Villaécija.