"He afrontado una prueba muy dura. Hay que llegar a la final y pelear por un puesto alto. De Osaka aprendí lo decepcionada que me fui de allí y ahora tengo ya 29 años. Si hoy hubiese sido la final, creo que habría logrado un puesto alto", comentó la plusmarquista nacional.

Y es que la cántabra lamentó que les parasen en 1,93 m y no en los 1,96 como estaba previsto. "Creo que se quedaba fuera. Slesarenko lo ha pasado muy mal", indicó la cántabra sobre las dificultades que tuvo la campeona olímpica en Atenas, para lograr el pase a la final, logrado en el tercer intento sobre 1,93.

Beitia confía en que en la final pueda superar el listón de los 2 m, el que marca la diferencia entre las medallas y el diploma olímpico. "Si Dios quiere puedo estar en el récord de España, que, si no es la medalla, estará muy cerca. Nos han retrasado una hora la prueba, pero ayer ya sabíamos que había una previsión del 90% de lluvia y ya lo teníamos preparado", confesó.

El viernes, la cántabra se dedicará a descansar, se pondrá en manos de los fisioterapeutas y afrontará con ambición la final. "Hoy 80 era para muchas muy fácil, pero el día no estaba para jugártela. Hay mucha gente con 2,03, con 2,00, un grupo con 98 ... La final está abierta", aseguró la pupila de Ramón Torralbo, quien se unió a la lista de deportistas y personalidades que quiso apoyar a las víctimas del accidente aéreo en Barajas.

Igualmente, quiso enviar un mensaje de ánimo a su compañera Marta Mendía y a la mediofondista Mayte Martínez, ausentes en Pekín. "Quiero mandarles un beso porque las hemos echado mucho de menos aquí", indicó.