El pequeño Hugo tiene once meses, comienza a encadenar sílabas con algún sentido y cada segundo disfruta descubriendo el mundo. Pero todavía se le escapa que su madre, Beatriz Ros, sueña con competir en el maratón de los Juegos Olímpicos de Pekín mientras corre. "Alguna vez lo llevamos a la pista, mientras entrenamos, pero no nos presta atención", dice la mamá atleta.

Beatriz (Madrid, 12 de mayo de 1974), campeona de España de medio maratón en 2004 y podóloga, es una madre especial, porque quiere bajar este próximo domingo en el Maratón de París de las dos horas y 32 minutos y lograr una de las tres plazas españolas para el maratón femenino, todavía vacantes. "La preparación ha sido buena, he conseguido recuperar el nivel de antes del embarazo", comenta la atleta, que compaginó la gestación y el deporte. "Ni en el embarazo dejé de correr, aunque lo hacía bajo supervisión médica y a otro nivel, claro", añadió. En los Juegos de Atenas (2004) compitió por última vez en un maratón.

Hasta el octavo mes no se quitó las mallas. "Después cambié el correr por la bicicleta estática o la elíptica. El parto se adelantó un poco y a los quince días de dar a luz, volví a la bici. Al mes, corría otra vez", recuerda la madrileña, que ha encontrado en Juanjo, su pareja, y en la familia un apoyo vital para poder entrenarse y cuidar del niño. "Cuanto más pequeño es un bebé, menos duerme del tirón. Descansa tres horas, come, vuelve a coger el sueño,... Al entrenarme, eso se traduce en fatiga adicional", añade.

En París, en los Mundiales de 2003, Beatriz logró su mejor marca personal (2h 29.25).