Dejando por imposible escribir su apellido, Bartlomiej, como todos le conocen, seguía sin perder la sonrisa al final de la carrera: "Estoy muy feliz, aunque las piernas no me respondan".

El atleta polaco dominó la Otter Trail Race de principio a fin, sin bajar el pistón en ningún momento: "Yo me notaba muy bien, en el kilómetro 25 tuve problemas porque empezaba a estar cansado pero seguí tirando". Eso sí, la falta de referencias le mantuvo en tensión casi hasta la meta: "Pensaba que sacaba solo 30 segundos al grupo que me seguía y no paré de acelerar hasta el último kilómetro, cuando me vi ganador. Al final, tenía mucha ventaja más".

El año de Bartlomiej es insuperable. Terminó tercero en Zegama, su primera maratón de montaña y ha corrido la segunda en Sudáfrica...y victoria, algo difícil de explicar. "La verdad es que apenas lo creo, y más porque después de Zegama tuve que parar tres meses. No me encontraba bien y los médicos no sabían qué tenía. Poco a poco me fui curando pero hasta septiembre no he podido entrenar bien".

A entrenar bien le llama levantarse a las 4.30, entrenar un par de horas cada día y luego rumbo al trabajo, sobrado también de adrenalina: "Soy bombero y la verdad es que estoy todo el día con la adrenalina al máximo, me encanta. No sé cómo lo hago pero al final me da tiempo a hacer de todo", concluye Przedwojewski, que recuerda encantado sus viajes por Marbella y Girona y se marcha a descansar piernas mientras no deja de sonreír y saludar a cuantos se cruzan en su camino, le feliciten por su proeza o no.