Barcelona y Unicaja pierden en la segunda jornada del Top 16 de la Euroliga

  • Los azulgrana pierden su imbatibilidad con polémica en Belgrado.
  • Los árbitros no dieron validez a una canasta decisiva de Mickael.
  • Los malaguistas se despiden prácticamente de la Final Four.
El alero griego del Unicaja, Georgios Printezis (c), recoge un balón ante los jugadores norteamericanos del Asseco Prokom, Qyntel Woods (d) y Daniel Ewing (i).
El alero griego del Unicaja, Georgios Printezis (c), recoge un balón ante los jugadores norteamericanos del Asseco Prokom, Qyntel Woods (d) y Daniel Ewing (i).
EFE
El alero griego del Unicaja, Georgios Printezis (c), recoge un balón ante los jugadores norteamericanos del Asseco Prokom, Qyntel Woods (d) y Daniel Ewing (i).

Pésima noche en la Euroliga para Unicaja y Regal Barcelona, después de que ambos equipos sufrieran la derrota en la segunda jornada del Top 16, algo que complica el futuro de los malaguistas de cara a la Final Four, mientras que los azulgrana pusieron fin a su condición de invictos en la competición.

Los de Aíto García Reneses cosecharon un pésimo partido y cayeron en su campo ante el Asseco Prokom polaco (50-70), en un duelo en el que se rozó el ridículo y que significa la segunda derrota en la segunda fase de la Euroliga.

El Prokom se aprovechó de la desidia de los locales y consiguió una renta favorable superior a los diez puntos que se prolongó hasta casi el descanso, aunque una buena defensa de Unicaja en los últimos minutos situó la renta en cuatro puntos (33-37).

La falta de acierto en la reanudación (sólo siete puntos en el tercer cuarto) y la escasa capacidad de reacción de los cajistas en el último periodo, dio la posibilidad al Prokom de sacar un buen resultado del Martín Carpena.

Primer tropiezo con polémica

Por su parte, el Regal Barça perdió su imbatibilidad en la Euroliga tras caer en la prórroga y en la complicada cancha del Partizan de Belgrado por 67-66, en un partido en el que los árbitros se vieron obligados a recurrir a las imágenes televisivas para determinar el resultado final.

Con el reloj a cero y 67-66 en el marcador, el estadounidense Lawrence Roberts rebañó un tiro del barcelonista Pete Mickeal. El Barça protestó porque la acción del jugador de Partizán estaba fuera de tiempo, pero los árbitros decidieron que el tiro de Mickeal no iba a entrar a pesar de la acción de Roberts.

De este modo, el Partizan puso fin a la racha de 11 victorias consecutivas de los azulgrana, en un partido de alternativas, dominado por los serbios durante la primera mitad (31-18, como renta máxima) y en el que el Barça se recuperó y llegó a dominar (45-54), a ocho minutos del final.

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