El empate del Barcelona ante el Sevilla (1-1) volvió a sembrar las dudas sobre Rijkaard y sus hombres. El optimismo tras haber recortado la ventaja con el Real Madrid a seis puntos, parece haberse esfumado. El primer problema es la poca efectividad del ataque azulgana.

El Barcelona no ha sido capaz de marcar más de un gol en un partido desde el pasado 12 de enero, en el cierre de la primera vuelta de Liga ante el Murcia (4-0), precisamente el último encuentro que disputó Samuel Eto'o antes de viajar a la Copa de África.

En total, son ya siete encuentros consecutivos sin anotar más de un tanto. Sólo Henry, Bojan y Xavi han logrado marcar en los últimos siete partidos del Barcelona, cuatro de Liga (Racing, Athletic, Osasuna y Sevilla) y tres de Copa -uno ante el Sevilla y dos frente al Villarreal-.

Con cinco goles en sus últimos siete encuentros, el Barcelona ha sido capaz de superar a Racing (1-0), Villarreal (1-0) y Osasuna (1-0), y de empatar dos veces ante el Sevilla (0-0 y 1-1), además de obtener un punto en San Mamés (1-1).

En el otro lado está Ronaldinho, que volvió a ser suplente, algo que ya es un hecho habitual. E brasileño no es titular desde el 23 de diciembre.

Su trabajo en los minutos que ha tenido saliendo desde el banquillo ha sido casi nulo, ha participado en tres partidos. Es su sexto encuentro de suplente. Ronaldinho sólo ha jugado 13 de los 23 partidos de Liga de su equipo.

Pese a ello, y gracias a su acierto a balón parado, el brasileño es el segundo máximo goleador del equipo en Liga, con seis tantos, empatado con Henry y por detrás de Messi (8). Su último gol, en cambio, corresponde a la Liga de Campeones del pasado 12 de diciembre.

Está más que claro que Rijkaard necesita urgentemente que se recupere Ronaldinho. Aunque Eto'o vuelva ya, necesitará algo de descanso quizá, pero no hay más tiempo para esperar a que los delanteros se pongan en forma.