Quizá lo más duro para la plantilla del Barcelona no sea ver cómo celebra el título el Real Madrid en La Cibeles tras su goleada al Nàstic, sino creer que fueron ellos quienes perdieron la Liga.

Rijkaard no quiso dar muchos detalles ni analizar lo ocurrido esta temporada. "Éste no es un buen momento para hablar de estas cosas. El equipo ha cumplido y no ha sido suficiente, pero es lo que hay. Después con calma analizaremos, con directiva y cuerpo técnico", insistió el técnico holandés.

Puyol, el capitán del equipo, sí fue más explícito: "Hemos sido muy irregulares, no hemos estado bien y todos somos conscientes de que los culpables somos los jugadores", admitió.

"No hemos estado a la altura y hay que aprender de los errores", apuntó el defensa azulgrana, quien apenas quiso entrar a valorar si la secretaría técnica tiene que hacer cambios en el futuro equipo.

Messi, más optimista, comentó que "no hay que dejar de confiar en esta plantilla" y que es difícil "hacer autocrítica en este momento".

Desde la voz de la experiencia, Xavi señaló que "esto nos servirá de lección para el año que viene" y señaló que "el exceso de confianza ha sido el principal problema". Reiteró que "esta Liga la hemos perdido nosotros".

El sentimiento en la plantilla es de dolor, así lo admitía Víctor Valdés: "Es un día para sentir impotencia y rabia, es una gran decepción. Estamos dolidos", dijo.

Pero también negó que el equipo azulgrana esté ante un cambio de ciclo: "Eso es algo que alguien se ha inventado, el fútbol no son ciclos, sino el día a día", reflexionó.