El éxito inagotable de La Masía provoca un colapso de talentos en el Barça

  • Vestir la camiseta azulgrana es un máster avanzado para un joven futbolista.
  • El último en salir ha sido Isaac Cuenca, cuya grave lesión en el menisco externo de una rodilla le dejó en el dique seco tras ser uno de los predilectos de Guardiola.
  • El Barça tiene garantizada la línea de sucesión de Xavi, Iniesta y Messi con jugadores como Jonathan Dos Santos, Cristian Tello o Martín Montoya.
  • Gerard Deulofeu es la gran promesa del filial.
  • Piqué, Cesc o Jordi Alba han demostrado que se puede regresar con éxito.
Cesc Fábregs y Gerard Piqué en una imagen de archivo.
Cesc Fábregs y Gerard Piqué en una imagen de archivo.
Agencias
Cesc Fábregs y Gerard Piqué en una imagen de archivo.

Cedido por lo que resta de campaña al Ajax holandés, Isaac Cuenca es el último ejemplo del colapso de jóvenes talentos que empieza a generarse en el Barcelona, en el que el éxito inagotable de La Masía obliga a prescindir de algunos jugadores que en otros tiempos hubieran gozado de más oportunidades.

Es el riesgo de morir de éxito, aunque en realidad todos salgan beneficiados. El Barça parece tener garantizada por muchos años la línea de sucesión a los Xavi, Iniesta y Messi, mientras que a esas jóvenes perlas que el primer equipo no puede absorber se les abre la puerta del fútbol de más alto nivel, aunque sea lejos del Camp Nou.

Vestir la camiseta azulgrana es un máster avanzado para un joven futbolista y así lo demuestran ejemplos como el mismo Cuenca. Llegado del filial, una plaga de lesiones le llevó a ser titular incluso en unos cuartos de final de Liga de Campeones ante el Milan. El jugador de Reus (Tarragona) fue uno de los peones predilectos de Pep Guardiola durante la pasada temporada, pero una grave lesión en el menisco externo de una rodilla le dejó en el dique seco hasta enero.

Sin un hueco en el Barça actual, el jugador habrá pasado de jugar en Segunda B con el Sabadell hace tres temporadas a hacerlo ahora en el mítico Ajax. Un sueño que cualquiera firmaría, aunque sea a costa de la renuncia agridulce a triunfar en el club de sus amores.

No es el único caso. Marc Muniesa, ascendido este verano, ha pasado a tener nuevamente ficha del filial para coger ritmo de competición tras superar una lesión de rodilla. A Jonathan Dos Santos, internacional absoluto con México, se le busca una salida en forma de cesión, ya que no entra en los planes de Tito Vilanova.

Por su parte, a los prometedores Marc Bartra y Martín Montoya se les dosifica con calma. El segundo aparece como futuro recambio del brasileño Daniel Alves. Pero el eléctrico Cristian Tello, en cambio, ha pasado de gozar de minutos en el arranque de temporada, cuando fue titular en varios partidos, a ser hoy la última opción del ataque.

Deulofeu, la gran estrella

Tampoco es fácil teniendo delante a tipos como Iniesta, Pedro, Alexis, e incluso a Villa, máximo goleador de la historia de la selección y relegado a un segundo plano. Además, en el filial ya pide paso Gerard Deulofeu, el gran diamante de La Masía que no quiere acabar como Bojan Krkic, quien tuvo que emigrar a Italia.

Sin embargo, al menos esos jugadores han tenido la oportunidad de llegar al primer equipo. A un solo paso se quedaron otros muchos, en esos escasos metros que separan el Camp Nou del Miniestadi.

El Manchester City reclutó a Oriol Romeu, taponado por Busquets, mientras que el Granada acaba de hacerse con Nolito, cedido por el Benfica, en el que desembarcó con la carta de libertad. Aunque llegó a estrenarse como goleador en Copa con el Barça, no pasó del filial. Su pareja en el ataque del segundo equipo azulgrana, el ariete Jonathan Soriano, acabó en el Red Bull Salzburgo. Los 32 goles que le erigieron en máximo artillero del curso 2010-11 en Segunda División no le bastaron para convencer a Guardiola.

Ahora, la incógnita se abre sobre Luis Alberto, media punta cedido por el Sevilla que está cuajando una temporada magnífica, con una conexión sensacional con Deulofeu que ha catapultado al filial. Aunque el cuerpo técnico del primer equipo sigue de cerca su progresión y lo considera como un jugador interesante, la duda reside en si desembolsar 3,8 millones por un futbolista que debería competir con Sergi Roberto, Rafinha, Thiago, Fàbregas y el propio Messi.

Es el precio a pagar en la era dorada de La Masía. Aún así, abandonar el barco azulgrana no significa necesariamente no poder regresar para triunfar por todo lo alto. Cesc Fàbregas, Gerard Piqué o Jordi Alba pueden dar ahora fe de ello.

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