Barça: ¿por qué antes ganaba fácil y ahora no?

  • El Barça vive su peor momento desde que Guardiola es entrenador.
  • El equipo no ha traicionado su filosofía, pero ahora le cuesta más ganar.
  • ¿Cambio de ciclo? ¿Cansancio? ¿Le han tomado la medida los rivales?

El Barcelona ha quedado apeado de la Liga de Campeones al caer eliminado por el Chelsea en la semifinal, y se queda sin poder reeditar el título de campeón.

El 2-2 final que acabó con los barcelonistas hundidos y rotos en el centro del campo, aunque la afición azulgrana reaccionó con un largo aplauso a sus jugadores.

Y es que, a pesar de la eliminación, poco se puede reprochar a la labor de Guardiola en estos años: el equipo culé aspiraba a jugar su tercera final en cuatro años, todas ellas bajo su mandato, en los que al final ha firmado dos títulos y dos semifinales.

Sin embargo, el Barça da muestras de debilidad. Las ha dado tanto en la Liga como en la Champions. ¿Qué le pasa a los de Guardiola? ¿Por qué se les ha ido el torneo doméstico y el continental? ¿Por qué antes sí y ahora no?

- Cansancio físico y mental. El momento de forma influye mucho en un equipo y el Barça está notando que su rendimiento ha descendido. Xavi, Puyol e, incluso, Messi, están notando la acumulación de partidos este año, tanto con el Barça como con su selección. El juego, sin ser malo, no es tan fluído y el movimiento de balón mucho más lento. Alves se muestra fallón y Messi, ya sea por mala suerte o por fallo humano, no ha dado la talla en los últimos partidos. Ante el Madrid estuvo anulado completamente y en la eliminatoria ante el Chelsea, el argentino ha vivido un calvario.

Mentalmente, los culés aún siguen con hambre de títulos, pero el haberlo ganado casi todo en estos últimos 3 años hace que el equipo se relaje y no ansíe tanto conseguir la gloria.

- El contrario. Hay una pregunta en el aire. ¿Les habrán tomado la medida sus rivales a los culés? Una cosa parece clara: un equipo que se cierra y que no deja huecos será más probable que logre 'rascar' algo que uno que le juega de tú a tú al Barça. En la eliminatoria del Chelsea y en el último clásico, el planteamiento de los rivales fue claro. Un juego defensivo, sin despistes atrás y acumulando hombres tras la línea del balón. Los de Guardiola no fueron capaces de dar respuestas para romper ese muro en ninguno de los tres partidos.

- Guardiola. La renovación del técnico catalán es algo que inquieta a la afición, pero también a sus jugadores. El de Santpedor ha creado un ambiente raro en el vestuario con sus continuas 'largas' al presidente en cuanto al tema de la renovación. Un tema que en años anteriores ya estaría más que zanjado a estas alturas de temporada. Ahora, anuncia que habrá decisión en breve. Además, sus decisiones han sido algo discutidas. En el clásico no sacó a Piqué y sí a Alves de carrilero, perdiendo capacidad de sorprender. Su apuesta por Tello tampoco le ha dado buenos resultados.

- Fallos de concentración. Los despistes traen de cabeza al equipo de Guardiola. Fallos de marcaje, sobre todo, cuando las cosas se han puesto de cara. En la Liga, pese a la remontada casi histórica, llegaron a estar a diez puntos. Fuera del Camp Nou el equipo no respondía y el Madrid tomó una ventaja que a la postre ha resultado definitiva. En el partido clave, el clásico, tras el empate, un nuevo fallo permitió al Madrid marcar el segundo y finiquitar la Liga. Algo parecido le pasó ante el Chelsea. Conseguido el fabuloso 2-0, pocos minutos después un nuevo fallo de concentración permitió resucitar al equipo inglés.

- La suerte, en contra. Bien es cierto que al Barça le ha abandonado la suerte que tuvo en otras ocasiones. Tiros al palo, fueras de juego muy justos, goles encajados en momentos clave y decisiones arbitrales muy discutidas han perjudicado al equipo culé. Incluso tantos imposibles de antaño, como el 'Iniestazo', no se hicieron realidad anoche en el Nou Camp ante el Chelsea, pese a que la esperanza del aficionado azulgrana estaba puesta en el milagro.

Además, la mala suerte en forma de lesiones se ha cebado con los culés. Abidal tuvo que ser operado de nuevo del tumor de hígado que padeció hace un año, y Villa dijo adiós a la temporada de forma prematura. Algo que ha notado mucho el equipo.

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