El duelo en el Camp Nou entre Barcelona y Chelsea (2-2) va a tener consecuencias disciplinarias.

La norma de la UEFA de "comportamiento antideportivo" impone una multa económica a cualquier equipo que acabe un partido con más de cinco jugadores amonestados. Y los ingleses vieron seis amarillas en total. El importe a pagar depende del informe del colegiado italiano Stefano Farina.

En lo que respecta al Barcelona, también podría haber sanción por lanzamiento de objetos. Si el árbitro ha reflejado incidentes en su informe habrá sanción, pero también hay que estar atentos a si ha reflejado las palabras de Rijkaard tras el partido, en caso de que fueran susceptibles de sanción.

El director de comunicaciones de la UEFA, William Gaillard, afirmó en la BBC que examinarán "los informes y luego decidiremos si abrimos o no un proceso de investigación".

El capitán del Chelsea, John Terry, hablaba en el periódico inglés Evening Standard del lanzamiento de objetos: "Vi que empezaban a llover cosas, pero ninguna de ellas me dio".

No fue lo único que Terry comentó en dicho diaro, llamó a los azulgranas cínicos porque, según su visión, pedían tarjetas.

"Es una vergüenza ver cómo jugadores de clase internacional intentan que los otros sean amonestados. Es un gran equipo, pero no entiendo porqué son tan cínicos. Pidieron tarjetas en la cara del árbitro y se decepcionaban cuando no las enseñaba", aseguró.