Tras ceder la primera plaza de la ACB la pasada jornada en Madrid, el Barcelona Regal se reencontró con la victoria en el Palau ante el Lucentum Alicante (65-49), en un duelo entre dos colíderes que resultó decepcionante y en el que conjunto azulgrana impuso finalmente su ley gracias fundamentalmente a su dominio del rebote ofensivo.

Desde los primeros minutos se intuyó que hoy, Barça y Lucentum no harían un homenaje al baloncesto. Entre los dos sumaron once pelotas perdidas y solo 26 puntos de anotación (15-11) en el primer cuarto. Y eso que Lorbek, Wallace y Ellis maquillaron el marcador en la recta final de este período con tres triples consecutivos.

Tampoco mejoraría el duelo en los minutos siguientes. Los porcentajes de tiro no eran buenos, los dos equipos acusaba en ataque las bajas de sus dos mejores hombres (Navarro e Ivanov) y las defensas se estaban imponiendo con demasiada claridad al talento ofensivo de ambos conjuntos.

Xavi Pascual rotaba el banquillo sin parar, pero no daba con la tecla que metiera a su equipo en el partido. La zona 2-3 de Lucentum estaba incomodando a los azulgranas. Pero entonces apareció Ingles para anotar siete puntos consecutivos y abrir por fin la primera brecha en el electrónico (28-17, min.17) que obligó a Txus Vidorreta a pedir un tiempo muerto.

El Lucentum, un desastre desde los 6,75 en la primera mitad (1 de 10) ya solo anotaría desde la línea de tiros libres antes de llegar al descanso. Y un triple de Huertas mantendría la diferencia de once puntos paras los azulgranas (31-20).

El encuentro se animó algo tras la reanudación, cuando se sucedieron varias intercambios de canastas que no hicieron más que mantener la diferencia local en el marcador (46-33, min.30).

El Barça, cada vez más concentrado en defensa y más agresivo bajo los tableros (de sus 41 capturas, 15 fueron ofensivas) fue poco a poco minando al Lucentum, que en el último período sobrevivió exclusivamente de los triples de Ellis, Rautins y Dewar, mientras que los azulgranas, muy bien dirigidos por Marcelinho Huertas en el último tramo del choque lograron imponerse con comodidad (65-49).

El Real Madrid sigue firme en el liderato de la Liga Endesa tras darse un festín en la pista de un UCAM CB Murcia (60-91), conjunto que continúa en puesto de descenso y en el que debutó Ime Udoka, fichado esta semana, y reapareció Robert Kurz, tras haber estado casi dos meses lesionado.

El Madrid, que funcionó como una máquina bien engrasada, comenzó el encuentro haciendo daño con Ante Tomic en el juego interior y con Sergio Rodríguez marcando el ritmo adecuado para su equipo y viendo aro con facilidad. Eso le hizo mandar desde el comienzo y marcar la pauta en el primer cuarto (16-23).

Los de Luis Güil, a base de intensidad defensiva, lograron frenar por momentos la sangría de puntos en contra, pero su falta de acierto en ataque les impidió acercarse demasiado al conjunto blanco, que llegó al descanso con una renta cómoda y con Felipe Reyes asumiendo responsabilidades en el cuadro dirigido por Pablo Laso.

Un triple anotado por Jaycee Carroll -sus primeros puntos en el encuentro- casi sobre la bocina que indicaba la llegada del intermedio puso el 30-41, puso la máxima ventaja visitante hasta ese momento.

El segundo tiempo comenzó como acabó el primero, con otro triple de Carroll, y el poderío físico de los pívots madridistas en ambas zonas terminó de sentenciar el encuentro en casi un abrir y cerrar de ojos (34-56).

Quedaban todavía 16 minutos para el final y el UCAM CB Murcia se veía 22 puntos por debajo en el marcador.

Solo Blagota Sekulic, un ex madridista, era capaz de anotar en el cuadro grana y eso lógicamente es insuficiente para hacer frente a un Madrid que se paseó en el Palacio de los Deportes de Murcia, llegando a rondar los 30 puntos de ventaja todavía en el tercer cuarto (42-70). Los 29 tantos logrados por el cuadro blanco en este periodo acabaron con cualquier atisbo de reacción local y no dejaron lugar a dudas.

El último cuarto, con todo decidido, solo sirvió para saber cuál sería la diferencia final y para el lucimiento de los tiradores del Madrid como Carroll y Sergio Llull.

Pese a la comodidad del resultado en un encuentro en el que llamó la atención el hecho de que James Augustine se fuera sin anotar, el equipo de Pablo Laso no se dejó ir y siguió defendiendo con ardor, lo que hizo acabar con un marcador concluyente (60-91).