El piloto italiano Luca Badoer (Ferrari) volvió a cerrar la calificación del Gran Premio de Bélgica en la última posición como ya sucedió hace una semana en Valencia en el Gran Premio de Europa.

Badoer fue vigésimo y último clasificado en la Q1, de nuevo con un tiempo muy alejado del primero, ya que mientras que el penúltimo, el francés Romain Grosjean, acabó a 1.3 segundos del primero de la primera ronda, el piloto de Ferrari lo hizo a casi 1.9 segundos.

El italiano, que suple a Felipe Massa, fue el elegido para competir en Valencia y en Bélgica, por delante de Marc Gené, piloto probador del equipo transalpino.

Pero Ferrari no parece tener mucha fe en el el catalán para dar el salto a las carreras. Así, Stefano Domenicali, jefe de la escudería, ha insinuado en The Times que podría estar meditando dar un volante a Michael Schumacher el próximo año, quizá junto a Fernando Alonso.

Descontento

"No estoy contento, porque por la mañana al final de la tercera sesión libre tenía esperanzas de entrar en la Q2, pero desafortunadamente, por una parte por el tráfico y por otra debido a unos pequeños problemas, no pude conseguir una vuelta perfecta", dijo Badoer sobre su actuación.

Aunque dijo que en Spa ha dado "otro paso adelante" en la integración al coche, reconoció que "no es suficiente" y que "lo que más me está costando es mantener un ritmo constante y alcanzar el límite del coche".

"Estoy seguro que haré una carrera mejor que la que hice en Valencia hace una semana. Voy a intentar dar lo mejor de mi", dijo Badoer, quien lamentó que este año no haya pruebas privadas que le hayan permitido hacerlo mejor.