Las redes sociales se han volcado en el recuerdo a Ayrton Senna en el 25 aniversario de su fatal accidente, empezando por la propia Fórmula 1 y pasando por pilotos, expilotos, periodistas... y su madre.

El legado que ha dejado el legendario piloto brasileño trasciende lo puramente deportivo, y se ha convertido en un referente social en su país y en todo el mundo. Hasta en el Vaticano se han dado cuenta de su importancia, como una figura inspiradora de valores para los más jóvenes. Buena parte de culpa de ello la tiene la educación que recibió por parte de su familia.

Su madre, Neyde Senna da Silva, cuenta en un emotivo vídeo cómo era Ayrton de pequeño y cómo su carácter le fue forjando en su camino hacia la gloria en la Fórmula 1. Estas son las palabras de la matriarca del clan Senna:

"Él necesitaba más. Quería emoción. Quería movimiento, quería sentir. Se retaba a sí mismo. No era con los otros, era consigo mismo. Tenía la necesidad de hacerlo mejor, de buscar situaciones sin precedentes para seguir haciéndolo. Era inquieto pero a la vez, educado. Tanto que a la gente le gustaba, aunque no podía estar parado. Siempre estaba tramando algo, o haciendo algo.

Cuando salía con él, tenía que agarrarle de las dos manos, porque si no, tiraba algo y lo rompía. Era dulce, agradable. Se acordaba de detalles para nosotros. Solía traerme flores, sin que nadie se lo recordaba. Así era: muy dulce con la gente.

No nació sabiendo. Todo lo que hizo, lo hizo por sí mismo, por buscarlo. Peleó muy duro para conseguir lo que quería. No sabía cómo parar. Y siempre estuvo muy cerca de mí, desde que era un niño. Es muy fuerte... Le echo mucho de menos. Él me entendía y yo le entendía a él. No teníamos que hablar mucho. Había una unión muy fuerte.

Por todo lo que viví con él... Era un rayo de luz.

Mi nombre es Neyde Senna da Silva y soy la madre de Ayrton Senna da Silva".