Un sabor agridulce se le debe haber quedado a Carla Suárez tras caer ante la rusa Elena Dementieva por 6-2 y 6-2 en 85 minutos, en los cuartos de final del Abierto de Australia. Diez oportunidades perdió la canaria para romper el servicio de la rusa, y esa fue su condena.

Carla jugó agarrotada, luciendo muy pocas veces su extraordinario revés a una mano, abandonó la Rod Laver Arena con la sensación de no haber podido dar el máximo en su segunda aparición en los cuartos de final de un grande.

Lo positivo es que se llevará unos 100.000 euros  ascenderá del puesto 46 a uno cercano a los 30 primeros. Aunque quizás le sepa a poco todo esto, después de haber dispuesto de una gran oportunidad para haber avanzado más. El duelo empezó con una superioridad clara de la rusa, que no bajaba su marcha, y Suárez parecía atrapada en sus errores. Después de 15 minutos se atisbó

"Salí nerviosa"

Pero la española no estuvo bien al resto y dejó escapar esta oportunidad y cedió el set en 49 minutos. Su comienzo en el segundo también fue dubitativo, y Dementieva se lanzó de nuevo al 4-1. Y en el siguiente volvió a tener otra oportunidad de romper, que de nuevo se diluyó.

Golpeándose los muslos con rabia, e incluso lanzando la raqueta al suelo, Suárez buscó una reacción que no llegó jamás, a pesar de que en algunos momentos volvió a conectar golpes de la marca, que despertaron admiración del público.

Se va Carla Suárez convertida en la cuarta española que alcanza los cuartos de final del Abierto de Australia, después de Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez y Virginia Ruano, siendo en esta edición, con 20 años, la más joven cuartofinalista, pero también con la sensación de que puede volver a esta ronda próximamente.

"Salí nerviosa, no aproveché ninguna de las bolas de rotura (10) que tuve, y así es imposible ganar un partido ante una jugadora como Dementieva. No había jugado con ella, por eso quizás salí un poco nerviosa. No me estaba encontrando cómoda, dejaba bolas muy cortas, se me iban otras largas, no estaba con nervio en la mano, y me faltaba intensidad de piernas", comentó Carla.