Un gol de Kezman le devuelve la autoestima al Atlético

Un gol de cabeza del serbio Mateja Kezman (m. 83) ha permitido al Atlético un nuevo triunfo, el cuarto consecutivo, esta vez ante la Real Sociedad. Una victoria que supone un definitivo paso en la recuperación de la autoestima de un equipo que se dispone a mirar a la parte alta de la tabla.

La Real fue un dignísimo rival. Un equipo que sorprendió por su valentía y que ha dado una muestra de su mejoría desde que Gonzalo Arconada es su entrenador, a pesar de la derrota.

El Atlético fue totalmente diferente al equipo que ganó y asombró con su juego en Barcelona el pasado domingo.

A pesar de que las sensaciones que transmite son mejores que las del año pasado bajo la dirección del argentino Carlos Bianchi, los rojiblancos sufren más de la cuenta como locales.

Sin embargo, las tres victorias consecutivas logradas anteriormente han transformado la mente de los futbolistas rojiblancos, que ahora creen en sí mismos, en sus posibilidades.

Y Pepe Murcia, el nuevo técnico, tiene mucha culpa de ese cambio.

Él ha liberado a sus jugadores de ataduras anteriores y, sobre todo, ha hecho algo muy sencillo como es poner a los mejores y en sus puestos.

Murcia sabe que tiene mucho que ganar y poco que perder como técnico del primer equipo y se ha liado la manta a la cabeza en busca de victorias con un equipo totalmente ambicioso y ofensivo.

Ante la Real lo volvió a demostrar. No fue el Atlético del Camp Nou. En Barcelona, los rojiblancos se encontraron en el mejor de sus escenarios, con mucho espacio para hacer el fútbol que más le gusta, el del contragolpe y la velocidad.

En el Calderón es diferente. El Atlético es el que tiene que crear y le cuesta más. No sabe hacerlo con la misma eficacia con la que lo hizo en Barcelona.

Sabe Murcia que en casa toca sufrir, como lo hizo ante el Deportivo, pero la imagen del equipo es diferente, de más convencimiento, de más seguridad.

Se encontró el Atlético enfrente a otro bloque también recuperado con respecto a actuaciones pasadas.

El cambio de técnico en el banquillo (Gonzalo Arconada por Amorrortu) ha sido un revulsivo para los realistas, pero estos fundamentalmente ha plasmado su mejoría con los nuevos fichajes.

En el mercado de invierno han estado hábiles los directivos de la Real. El danés Morten Skoubo, el colombiano John Viáfara y el esloveno Dalibor Stevanovic han dado más consistencia y peligrosidad al equipo.

Lo mismo que el chileno Mark González, que jugó sólo el último cuarto de hora.

Una Real valiente y combativa

Y sorprendió la Real por su planteamiento.

Se esperaba que fuera un equipo rácano y defensivo, pero no fue así. Todo lo contrario. Tuvo llegada, y mucha, y su aportación fue decisiva para que el choque se desenvolviese con la emoción e incertidumbre por todo lo alto.

El danés Skoubo y el central Jaúregui pudieron marcar (minutos 40 y 45) en ocasiones muy claras y al ex atlético Novo le fue anulado un tanto nada más comenzar el partido por fuera de juego.

El Atlético también tuvo sus ocasiones en la primera parte, especialmente una del argentino Maxi Rodríguez (m.9) que no supo definir sólo ante Riesgo.

El colombiano Viáfara anotó otra ocasión clarísima de la Real nada más comenzada la segunda mitad, en la que el juego decayó y se convirtió en trabado.

En esa dinámica se desenvolvió bien la Real, mientras que el Atlético empezó a angustiarse por el paso del tiempo sin marcar.

Lo pudo hacer Kezman en la mejor jugada del encuentro (m. 66), pero falló lo más fácil.

Kezman, sin embargo, le dio el triunfo a su equipo cuando el empate parecía lo más fácil.

En el minuto 83 remató de cabeza un pase de Torres desde la banda derecha.

Fue un triunfo logrado a base de oficio, ante un buen rival, que pone la Atlético noveno en la tabla, con la autoestima y el crédito recuperados.

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