El Atlético de Madrid es líder en solitario de LaLiga tras culminar una remontada de dos goles ante el Eibar. El equipo rojiblanco alcanzó in extremis su tercera victoria en tres partidos. El gol de Thomas que decidió el duelo fue un buen resumen de la carga final del equipo de Simeone: llevándose el balón en la frontal de cualquier modo, tras un rebote, con más corazón que otra cosa.

El Atlético, que no había encajado un gol en los dos primeros partidos, recibió dos en los primeros 20 minutos. A los siete minutos Charles envió a la red con un cabezazo picado un gran servicio de Orellana, que se coló por el pasillo derecho con tanta clase como facilidad.

Después de que Diego Costa perdonara el empate tras un bello control orientado de Lodi, el Eibar volvió a golpear. El 0-2 llegó tras un mal despeje de Mario Hermoso, que fue a parar a pies de Arbilla. El disparo de este despistó a Oblak tras tocar en Llorente y Giménez. El equipo de José Luis Mendilibar encontraba así el premio a su gran puesta en escena.

El marcador hizo que Simeone se replanteara su rombo inicial, con Llorente como interior derecho en su debut como titular en el campeonato. El técnico recompuso el dibujo y el Atlético se enfrentó al partido que menos le gusta jugar: a remolque.

Poco antes de la media hora logró acortar distancias con una jugada que inició en la medular Joao Félix, Diego Costa prolongó con una galopada y culminó el portugués, embocando el pase de su compañero. La delantera fue un motivo para el optimismo en medio de un panorama que invitaba más bien a lo contrario, con pocas ideas y demasiadas jugadas en las que se rifaba el balón.

Tras el descanso, Simeone dio un paso adelante: Vitolo por Llorente. La apuesta dio frutos de inmediato. Lodi, que seguía dando muestras de peligro por su banda, encontró en el área al canario, que definió con el exterior de la bota y mucha categoría.

Con el marcador nivelado, el Atlético lo intentó con más empeño que claridad, siempre incómodo. Vitolo siguió siendo el más activo. Tuvo una gran ocasión  en una internada por la derecha y asistió a Diego Costa con un taconazo soberbio. El gol del hispano-brasileño fue anulado por claro fuera de juego. También tuvo la suya el jovencísimo Riquelme, en su primera intervención tras debutar sustituyendo a Lemar. Pero decidió Thomas, el otro suplente al que Simeone dio entrada en los minutos finales por Joao Félix, quien acabó sellando la remontada.