El Atlético, a la final de la Champions. En Múnich sufrió como nunca ante un Bayern que atacó sin descanso, pero el muro rojiblanco, con un imperial Oblak al frente, resistió los ataques germanos y un gol de Griezmann (2-1) da otra oportunidad, dos años después, para reinar en Europa. La revancha de lo sucedido en 1974 ya está conseguida.

El partido prometía ser largo, muy largo, para el Atlético, y cada minuto fue un mundo, un sufrimiento, como si el reloj se hubiera paralizado. Se esperaba el dominio del Bayern, pero fue más un asedio, un acoso al área rojiblanca, donde se jugó buena parte del partido.

Jamás lograron los colchoneros conectar un contragolpe, meter miedo a su rival, el balón era monopolizado por los germanos y cuando lo perdían, la recuperación era casi inmediata. Koke y Saúl nunca consiguieron conectar con Griezmann y Torres, aislados y aburridos arriba, y los de Guardiola robaban continuamente para seguir con sus ataques constantes.

Poco a poco, los acercamientos fueron cada vez más peligrosos. Primero fue un mal control de Lewandowski el que evitó el gol, después el exceso de generosidad de Müller, que decidió pasar cuando estaba solo, más tarde una buena intervención de Oblak a remate de Ribéry. El tanto del Bayern se mascaba, era imposible resistir ante tal abordaje, y fue en una falta lanzada por Xabi Alonso desde la frontal que se coló entre las piernas de Giménez y empató la eliminatoria.

El Atlético estaba noqueado, contra las cuerdas, como un boxeador que no sabía desde dónde le llegaban los puñetazos, y el siguiente golpe llegó tras un error infantil de Giménez, que completó una noche negra cometiendo un absurdo penalti al agarrar a Javi Martínez en un córner. Y ante un panorama tan negro surgió, por fin, un acierto individual. Oblak se hizo un gigante ante Müller, detuvo el lanzamiento del alemán y dejó con vida a los rojiblancos. El panorama, bien pensado, no era tan desastroso, con la semifinal igualada.

El Atlético necesitaba algo distinto y Simeone metió en el campo a Carrasco por Augusto para dar más mordiente arriba. El movimiento del Cholo fue clave. Las llegadas del Bayern se siguieron sucediendo, pero ahora los madrileños tenían argumentos para hacer daño arriba. Y en la primera ocasión llegó el momento clave. Contragolpe veloz, Torres asiste a Griezmann y el galo, en el mano a mano ante Neuer, no falla y marca.

Necesitaba dos goles el Bayern, pero nunca hay que confiarse ante un equipo alemán. Pese a que el Atlético no sufrió un asedio tan constante como el de la primera mitad, los acercamientos del conjunto germano eran constantes, las llegadas al área, muy numerosas. Y en uno de esos centros al área, Vidal cabeceó por encima de Filipe y Lewandowski, a placer, hizo el segundo.

Casi 20 minutos tenían que aguantar los de Simeone, un mundo. Pudo sentenciar, sin embargo, el Atlético, Fernando Torres recibió un penalti que lanzó él mismo, pero Neuer lo detuvo y mantuvo en el partido a su equipo. El Bayern atacó sin descanso y convirtió en héroe a Oblak, que lo paró todo. El Atlético tiene su tercera cita con la historia.

2 - Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Javi Martínez, Boateng, Alaba; Xabi Alonso, Vidal; Douglas Costa (Coman, m. 73), Müller, Ribery; y Lewandowski.

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Augusto (Carrasco, m. 46), Koke (Savic, m. 93); Griezmann (Thomas, m. 82) y Fernando Torres.

Goles: 1-0, m. 31: Xabi Alonso, de falta directa desviada por Giménez. 1-1, m. 53: Griezmann culmina una pared con Torres. 2-1, m.74: Lewandowski, de cabeza a pase de Vidal.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó al visitante Giménez (m. 33).

Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Allianz Arena de Múnich ante unos 75.000 espectadores, 2.800 de ellos seguidores del Atlético de Madrid.