El Atlético de Madrid vive su peor momento desde que en el año 2000 se produjera el descenso a Segunda división.

El equipo del Manzanares sufre una crisis a todos los niveles que ha llevado a hombres claves del club a abandonar el barco. Y los que iban a venir han salido corriendo.

Sin una visión clara de futuro, los que mandan -o deberían hacerlo- no se ponen de acuerdo en qué caminos hay que seguir. Sin idea futbolística clara, el porvenir se presenta muy incierto, tanto a nivel deportivo como a nivel institucional.

En cuanto a lo deportivo, el Atlético está sufriendo la desbandada de su espina dorsal.

Empezando por el entrenador. Quique dijo adiós tras años de éxitos pero que no le sirvieron para evitar irse por la puerta de atrás. El club no tiene aún sustituto y se barajan demasiados nombres para ello: Luis Enrique, Benítez, Caparrós...

Respecto a la plantilla, en la portería, el Atleti se va a quedar seguro (a pesar de que ayer lo desmintiera el propio jugador) sin De Gea, que se marcha al United. Además, dos de sus buques insignia abandonan: uno seguro, el Kun Agüero, y otro está muy cerca de hacerlo, Diego Forlán. El técnico que venga tendrá que diseñar la plantilla en poco más de un mes. Una plantilla de la que poco se sabe y en la que habrá muchos cambios.

Tendrán que venir nuevos jugadores, a los que el club no puede ofrecer mucho deportivamente. Fuera de la Champions, la Europa League aporta menos ingresos y da un estatus menor al club.

García Pitarch, hasta ahora director deportivo, ha puesto punto y final a su dedicación a este club tras cinco años. El cargo está vacío y el Atlético debe darse prisa para poner a un hombre que se ponga, junto al nuevo entrenador, manos a la obra en el diseño de la plantilla. Suena Caminero, como muchos tantos, pero nada está confirmado.

Institucionalmente, la fría relación entre Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil afecta resto de aspectos del club madrileño. Con un organigrama prácticamente vacío, los que iban a formar parte de él han salido corriendo, como Toni Muñoz y Kiko.

Además, las obras de La Peineta, futuro estadio del Atlético, siguen alargándose. De poder estar jugando ya a no hacerlo hasta, mínimo, 2014.

En el aspecto financiero, los dueños del club sitúan la deuda del Atlético en casi 200 millones de euros.

La incertidumbre que vive el club hace mella en el aficionado, que, viendo cómo se presenta el panorama, se manifestó en la tarde del miércoles en los aledaños del estadio Vicente Calderón. Medio centenar de hinchas protestaron por la marcha del Kun Agüero y dedicaron cánticos en contra a la directiva y al propio delantero argentino ("Kun, Kun, Kun mercenario").