El Atlético de Madrid consiguió este miércoles su segundo título europeo de la historia, 48 años después del primero (Recopa 1962), tras imponerse con emoción y sufrimiento al Fulham en la final de la Europa League, en la prórroga, gracias a uno de los dos goles de Diego Forlán en el Hamburgo Arena (2-1).

No hubo complejo rojiblanco de inicio y los de Quique, todos los buenos, salieron en tromba a por el balón, desmotrando que lo de ser favorito ya no asusta a este equipo y que uno sólo se lleva una final cuando se sale a ganar.

Así, con las ganas y el entusiasmo de un grande, Forlán y Agüero se dejaron notar en los primeros minutos: uno por la pegada y, el otro, por la calidad. De hecho, en los primeros veinte minutos, sus nombres eran los únicos que se escuchaban en Hamburgo y sería el uruguayo el primero en avisar, y casi en marcar, ya que su primer disparo, con la izquierda, se topó con el palo en el minuto 11.

Si uno pega, el otro 'dribla'. Así viene siendo todo el año y así fue en la noche decisiva. Agüero tomó el relevo y regateó, y regateó más sin fallo. Y sumó jugadas, pero el tanto no llegaba y surgía la primera llegada tímida de Zamora.

Pero el destino le debía parte del gloria al Atlético y una porción de recompensa llegaría en el 31, con una larga galopada de Reyes desde la derecha. 'Su balón' (recorrió cerca de 20 metros con superioridad) acabó llegando a la otra banda, donde cabeceó Simao para Agüero. Su pésimo disparo acabó en las botas del que nunca falla, Forlán (ha metido los últimos 4 goles de su equipo en la Europa League).

El tanto 'desparramó' al Fulham, salvo a su mejor jugador (Gera), y el equipo rojiblanco se adueñó del balón. Pero el dominio no bastó y, la falta de contundencia en un despeje de la defensa al completo, habilitó a Davies en el segundo palo para batir por raso a De Gea (min. 36).

Pese al tanto, el Atlético quería seguir con el guión y con el balón controlado al filo del descanso, y las ocasiones seguían apareciendo, pero Forlán, Simao y Ujfalusi perdonaron.

Se perdió la fuerza, pero vivió el talento

El respiro no sentó bien a los 'colchoneros'. El cansancio destrozó el juego, el equilibrio y a Agüero. Entre todos pedían a gritos la entrada de Jurado, para ordenar el centro del campo, en pleno caos, y ante la fuerza del equipo inglés.

Y llegaría la entrada del gaditano, y luego la de Salvio por Reyes, pero antes el Fulham desperdiciaría varias llegadas por la gracia de David de Gea, que volvió a demostrar el temple y la seguridad en tres ocasiones claras, en apenas 5 minutos, cuando el equipo de Hogson asfixiaba.

Entonces aparecieron los nervios, corrieron los minutos y el partido se abandonó al azar de una gran final: abierta y poco vistosa. Se pediría penalti en una caída de Agüero dentro del área, en el tiempo de descuento, pero la suerte se decidiría en la prórroga.

Los minutos no perdonaban, ninguno de los dos equipos acertaba en los pases y se demostraba que ganaría el mejor.

Agüero desperdicíaría la más clara de la primera parte del tiempo extra, pero su talento bastaría para no hacerlo por segunda vez a falta de unos minutos para los penaltis: su enésimo descuelgue a la banda izquierda, sería sucedido por un buen pase al área pequeña que Forlán no desaprovecharía. El Atlético vuelve a ser muy grande.

Ficha técnica:

2 - Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Reyes (Salvio, m. 78), Assuncao, Raúl García, Simao (Jurado, m. 67); Forlán y 'Kun' Agüero (Valera, m. 118).

1 - Fulham: Schwarzer; Baird, Hangeland, Hughes, Konchesky; Duff (Nevland, m. 83), Etuhu, Murphy, Davies; Gera; y Bobby Zamora (Dempsey, m. 55).

Goles: 1-0, m. 32: Forlán coloca el balón junto al poste tras un remate en semi-fallo de Agüero. 1-1, m. 37: Davies remata en el segundo palo un centro al área. 2-1, m. 115: Forlán culmina un pase de Agüero.

Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a Salvio (m. 106) y Raúl García (m. 113), por parte del Atlético, y a Hangeland (m. 62), por parte del Fulham.

Incidencias: partido correspondiente a la final de la Liga Europa disputado en el Hamburgo Arena ante unos 49.000 espectadores.