El atleta francés Salim Sdiri, alcanzado por una jabalina durante una competición en Roma el pasado viernes, pide a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) que fije unas reglas para evitar este tipo de accidentes.

"¿A qué esperan (...), a que haya un muerto?", se preguntó el saltador de longitud en declaraciones publicadas hoy por el diario deportivo "L'Equipe".

El atleta debe volver a París, un día más tarde que sus compañeros: el pasado viernes, en la "Golden Gala'07" en Roma, fue herido por la jabalina lanzada por otro atleta que le alcanzó en el costado y penetró siete centímetros, sin tocar ningún órgano vital.

Sdiri, cuya temporada está acabada debido a la herida sufrida, explicó que todavía le cuesta respirar y que le duele "todo el costado".

La jabalina, que se desvió de su trayectoria, le entró por debajo del brazo derecho, cuando acababa de terminar una prueba.

"Pienso que podría haber sido más grave", dijo el atleta, indignado por la falta de seguridad en una competición de este nivel.

"Él hacía su trabajo"

Sdiri dijo que no echa la culpa al atleta finlandés Tero Pitkämäki, que competía en las pruebas de jabalina a unos 80 metros de distancia y que le ha presentado excusas por lo ocurrido.

"No es culpa suya. Él hacía su trabajo (...), no me alcanzó adrede. Pero estoy enfadado contra el sistema y la reglamentación", explicó el saltador.

Opinó que los concursos de lanzamiento se tienen que hacer antes que las otras pruebas, "cuando no hay nadie en la pista o en los lugares de salto. O, si no, hay que hacer otra área para los lanzamientos".

Recordó que en los campeonatos mundiales de atletismo de París en 2003 un martillo aterrizó en la pista de los 100 metros, y que en Helsinki, dos años después, "fue igual".