El encuentro tuvo todos los ingredientes que se espera de este tipo de choques, con jugadas polémicas, mucha tensión en el terreno de juego y el sempiterno pique entre un sector del público y Joseba Etxeberria, al que sigue sin perdonarle la forma en la que se marchó de la Real para tomar la autopista y fichar por el club rival.

Las urgencias con las que ambos conjuntos llegaban a esta cita dieron un tinte dramático al choque. La trepidante salida de los donostiarras fue de lo mejor que han ofrecido a su sufrida afición en toda la temporada, con Nihat como protagonista de todas los acercamientos que se produjeron, en uno de los cuales pudo ya marcar en el minuto 1, en una clara ocasión de cabeza, y segundos después en un nuevo remate, a pase de Xabi Prieto.

Por muy poco no encontró el atacante realista su objetivo. No tuvo tiempo para impacientarse la grada de Anoeta, porque en el minuto 6 el delantero turco marcaba el 1-0 en una jugada que había iniciado el nuevo fichaje de la Real, el danés Morten Skoubo, cuyo juego sorprendió de forma muy positiva y puede convertirse en una de las sensaciones de la Liga.

El Athletic estaba noqueado y prácticamente no había empezado el encuentro. Javier Clemente pidió a sus jugadores que asumieran más riesgos y fruto de una nueva estrategia menos conservadora, motivada por el adverso resultado, llegaron los mejores minutos del conjunto rojiblanco, que tuvo también sus opciones para igualar el choque en dos oportunidades casi consecutivas, con Yeste y Gurpegi como protagonistas.

El guardameta Riesgo evitó el tanto. La sociedad Skoubo-Nihat, que ha tomado el relevo de la que formaba el pequeño delantero hasta hace escasos meses con Kovacevic, volvió a funcionar a pleno rendimiento en el minuto 37, tras otra preciosa asistencia de tacón por parte del danés que dejó solo al futbolista otomano para que batiera con su pierna izquierda a Lafuente.

Tras el descanso, el Athletic retornó al campo como si le fuera la vida para tratar de equilibrar un resultado que lo hundía en lo más bajo de la clasificación y, a dos minutos de la reanudación, acortaba distancias Aduriz, que culminaba un centro de Urzaiz. Segundos después pudo empatar el Athletic porque la defensa donostiarra hacía ya aguas para ese momento y todas las llegadas eran ocasión de gol. Mikel Alonso salvó el empate al sacar sobre la línea de portería un remate rojiblanco e instantes después Aduriz, cuando se encontraba sin oposición, se trastabilló y dejó escapar otra gran oportunidad del conjunto de Clemente.

El ex jugador del Valladolid, fichado de urgencia por el Athletic para resolver sus carencias de cara al gol, marcaría el segundo en el minuto 67 a pase de Orbaiz y todo indicaba que estaba preparado para consumar la remontada. Skoubo, que se merecía un premio a su gran trabajo, contra todo pronóstico, volvió a dar la iniciativa a su equipo al culminar una jugada colectiva iniciada en el centro del campo y continuada por Nihat. Parecía que los puntos se quedaban en Anoeta cuando en el tiempo de descuento Iraola se adelantó al defensa Gabilondo y lograba un justo reparto de puntos.