
Inmerso como anda en los quehaceres europeos que tanto le gustan, el Real Madrid sigue deambulando por la competición casera ofreciendo la misma imagen de tantos y tantos partidos: regular tirando a mala.
Ante el Athletic se repitió la secuela de tantas películas ya vistas en el Bernabéu: el rival que se adelanta pronto en el marcador y el Madrid que lo intenta con más inercia que puntería. Los de Zidane percutieron una y otra vez pero allí estaba Kepa, aquel que deshizo las maletas cuando ya tenía la tarjeta de embarque rumbo a la capital. Su partido fue inmaculado.
Al cuarto de hora llegó el gran sobresaltoo. El pase filtrado del Athletic entró por las cañerías de la zaga madridista y allí compareció Williams en franca ventaja y con tiempo para levantar la cabeza, observar la salida desesperada de Navas y meter la punterita entre césped y balón para mandarlo a la red.
El tanto enfrió aún más el escenario y Ronaldo intentó liderar la búsqueda del empate, bien escoltado por Lucas y Asensio. Todos ellos gozaron de media docena de ocasiones, más o menos claras, pero nada. De Benzema no hubo noticia, lo cual ya ha dejado de serlo.
Isco y Bale, dentro; Benzema y Asensio fuera
El panorama no cambió tras el descanso, y Zidane echó mano del banquillo para intentar remediar el mal trago. No hubo suerte, y si aún se mantuvo con vida en el partido fue por la ineficacia del Athletic, que marró una doble ocasión clarísima para embridar al duelo y llevárselo a casa. Enfrente, el equipo madridista apenas inquietaba.
Tocaba recurrir al último recurso disponible para las huestes locales, la anarquía. Suele resultar aquello del desorden y ante el Athletic también sirvió, gracias a un gol mitad chiripa mitad virguería. Disparó Modric desde la frontal y entre el bosque de piernas emergió el tacón de Cristiano Ronaldo para desviar el tiro del croata y convertir un saque de puerta en gol del empate.
No hubo para más, y tanto uno como otro se marcharon camino del vestuario con sentimientos similares: podían haber ganado, podían haber perdido y, al final, 'ni pa ti, ni pa mí'.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios