«El regate no es muy efectivo en fútbol sala, se usan más las fintas y los desmarques con y sin balón. El amague es importante, no sólo cuando tienes el balón, también hay que escaparse del defensor para recibir un pase de un compañero».

Engaña al defensor marcando muy bien los movimientos de la finta para que se crea que realmente vas a ir para el lado que estás fintando. Tu desmarque tiene que ser explosivo: cambia de ritmo en cuanto salgas de la finta.

En fútbol sala se tira sobre todo con potencia, pero hace falta colocar muy bien el balón. La portería es pequeña y por eso hay que tirar con fuerza y a media altura, porque al portero le creas la duda de si podrá pararlo con los pies o con las manos. Golpea con el empeine: da potencia y al mismo tiempo es una superficie que facilita el control para colocar el balón donde quieres.

¿Algún consejo de juego? «Se suelen cometer algunos errores básicos, por ejemplo, ocupar una zona en la que ya esté situado un compañero, no por ser muchos en la delantera se marcan más goles. Al contrario, se forma un frontón y se propicia el contragolpe. Y en la defensa es mejor no pegarse mucho al atacante: sitúate a medio metro y espéralo en posición defensiva, con las piernas semiabiertas para poder reaccionar hacia cualquier sitio».