Todo lo que sabemos de 'Star Wars Episodio VII'

Los días se suceden y no llega ningún desmentido. Así pues, damos por hecho que no ha sido un sueño, y que Star Wars: Episodio VII sigue adelante... Con lo cual va siendo hora de dedicarle un completo informe. ¿Cómo puede ser eso posible, si estamos hablando de una película que sólo tiene una fecha de estreno? Pues porque, seguramente, se trata del proyecto fílmico más perseguido, confirmado, desmentido y especulado de las últimas tres décadas y media hasta su confirmación por parte de Disney. Desde los proyectos megalómanos de un joven George Lucas a sus bajonazos posteriores, pasando por la probable implicación de un actor de la primera trilogía (no, no es Harrison Ford: más quisiéramos) a los rumores acumulados desde 1977 acá, pasando por algunas quinielas y apuestas de nuestra cosecha, todo está aquí. Disfrutadlo, jóvenes aprendices.

A lo mejor no hace falta decirlo, pero dejemos claro que la tercera trilogía de Star Wars ha dado más vueltas que un Ala X en la Batalla de Endor. Originalmente (se supone), 'Tío George' planeó su magnum opus espacial en forma de cuatro trilogías: la primera, vulgarmente conocida como "las precuelas", describiría el ascenso del Imperio, y la segunda (que fue la primera en rodarse, y que a todos nos gusta bastante más) su caída y el ascenso de la Alianza Rebelde. Unidas a las secciones de la saga, darían lugar a 12 películas que ocuparían un total de 24 horas, a fin de que los fans pudiesen organizar maratones de un día entero. Con los años, Lucas moderó sus ambiciones, dejando la cosa en tres trilogías. Y, en 1997, el patriarca de Lucasfilm afirmó algo que heló la sangre de los fans: sus ideas de prolongar la historia se habían agotado, con lo cual la tercera trilogía nunca vería la luz. Algo que se acentuó tras la mala reacción del público ante las precuelas: "¿Qué sentido tiene seguir contando la misma historia cuando todo el mundo te dice que la has cagado, y que eres una persona horrible?", declaró un consternado George al New York Times en 2012. Para colmo, el productor había dado instrucciones expresas a su compañía para que nunca, de ninguna manera, se pusiesen en marcha las secuelas después de su muerte. Ya hemos visto en qué acabó todo esto.

Gracias a las confidencias de Gary Kurtz, mano derecha de George Lucas, sí sabemos cómo debería haber terminado la tercera trilogía allá por los 80: con la muerte del Emperador Palpatine y la redención de Darth Vader. ¿Os suena de algo? Pues claro que sí. Y es que la historia primordial, la que narraba la rebelión contra el Imperio, fue drásticamente comprimida y retocada a lo largo de su concepción. En ella, para empezar, Leia no era la hermana de Luke Skywalker, Han Solo moría heroicamente en el sexto episodio (para gran alivio, suponemos, de Harrison Ford) y la gran batalla final no tenía lugar en la segunda Estrella de la Muerte, sino en el planeta-capital Coruscant. Según detalló Kurtz, muchos de los indicios sobre la historia que se apuntaban en El Imperio contraataca no tenían ninguna base sólida, sino que fueron diseminados por George Lucas como un medio de aumentar la expectación del público: como muchos sospechábamos, 'Tío George' tenía muy poca idea de hacia dónde se deslizaba su saga.

Si repasar la trayectoria de Episodio VII, como proyecto, es complicado, anotar todas las suposiciones sobre su trama (y la de los dos filmes que lo seguirán) raya lo imposible. Aun así, tras mucho hurgar en la imprescindible Wookiepedia y separando el grano de la paja, nos quedamos con dos posibilidades. La primera, que la nueva trilogía se desarrollará un mínimo de 30 años después de El retorno del Jedi, y que por tanto se centrará en las crisis de una Nueva República ya constituída. Contando, además, con cameos de Luke Skywalker, la Princesa Leia y Han Solo hechos unos venerables ancianitos. La segunda teoría apunta a que la acción tendrá lugar varios siglos después de la destrucción de la Estrella de la Muerte, lo cual permitiría hacer borrón y cuenta nueva respecto de la historia anterior.

Como ya apuntamos hablando de aquello que queremos ver en Episodio VII, Disney y Lucasfilm ya han confirmado algo sobre el nuevo filme: partirá de una historia cien por cien original. Para los no iniciados, esto suena a perogrullada, pero ha acabado con las esperanzas de aquellos que confiaban en unos guiones basados en la Trilogía de Thrawn. Estas novelas, escritas por Timothy Zahn y ambientadas inmediatamente después de El retorno del Jedi, son lo más parecido a una secuela con lo que ha contado la saga galáctica durante todas estas décadas.

Entre las pocas, poquísimas personas que saben algo sobre el porvenir de Star Wars está (¡sorpresa!) el intérprete de Luke Skywalker. Aunque tan sorprendido como nosotros por el trato con Disney, el actor confesó recientemente que, en 2011, Lucas se reunió con él y con Carrie Fisher para adelantarles sus planes: "En principio fue para hablar de la serie de televisión, en la cual no hubiésemos tenido nada que ver", comenta Hamill. Pero luego, como si tal cosa, Lucas les confió que la nueva trilogía estaba en el horno. "Mi primera reacción fue preguntarle si estaba loco", prosigue. Haciendo memoria, Mark Hamill recuerda que Lucas y él hablaron de la madurez de Luke Skywalker durante la trilogía original, acordando que (en el caso de volver) nuestro granjero de Tatooine favorito se convertiría en un maestro de caballeros, al estilo de Obi-Wan Kenobi. Y, puestos a mosquear, también ha comentado que no puede dar más detalles hasta que no se le autorice a hablar...

Aviso preliminar: este apartado de nuestro informe se compone sólo de especulaciones y deducciones, dado que Disney no ha hecho anuncios oficiales al respecto. Pero estamos seguros de que pueden sacarse muchas cosas en claro: para empezar, Disney no se atreverá a confiarle el proyecto a un director poco solvente (con lo cual, gracias a la Fuerza, podemos ir olvidándonos de Brett Rattner o de McG), y apostará por algún cineasta 'de la casa', pero con algún éxito de crítica y público en su historial. Eso nos hace pensar en Brad Bird (que acaba de revitalizar la saga Misión: Imposible). Por otra parte, la lista de directores warries con gancho para el público fan es numerosa, empezando por Edgar Wright y acabando por J. J. Abrams. Y eso por no citar a un tal Joss Whedon, quien por desgracia está ahora ligado a las películas de Marvel. Eso sí: recaiga en quien recaiga la tarea, tendrá que vérselas con George Lucas, quien sigue ligado a la nueva trilogía en funciones de asesor creativo.

Sí, sabemos que las precuelas no le gustaron a casi nadie. Y que, más que en producir nuevas películas, Disney debería centrarse en lavar el nombre de Star Wars lanzando (por ejemplo) ediciones de las películas en su estado original, para aquellos que no comulgamos con los retoques digitales. Pero, pensemos en esto: un filme de la saga galáctica con un director de prestigio, un reparto sólido y un guión prometedor, más una campaña de marketing adecuadamente puñetera, será un cebo inescapable tanto para los más puretas como para los jóvenes. Nosotros, por lo pronto, estamos deseando verlo. Y, ¿somos nosotros, o a alguien más se le hace la boca agua pensando en un Ryan Gosling o un Michael Fassbender con sables de luz?