El seleccionador nacional Luis Aragonés, y el presidente de la Federación española de fútbol, Ángel María Villar, por fin han hablado.

Ambos se han reunido esta mañana en la sede de la federación. Una reunión en la que Luis ha presentado su dimisión, esa era su intención, pero desde la federación, representada por su presidente y por su secretario, le han demostrado la plena confianza que tienen en él, y que ya le han trasmitido en diferentes ocasiones.

"La Federación le ha dicho que no, tenemos plena cofianza en él, no hay motivo para la alarma, para aceptar su marcha", ha asegurado en rueda de prensa el portavoz de la federación Jorge Carretero.

El seleccionador, a pesar del apoyo recibido, ha decidido tomarse 48 horas para decidir si se queda o se va, si dimite o no. "Él tiene la última palabra, hemos acordado ambas partes un par de días para su decisión, que se sepa que por nuestra parte tiene el apoyo", ha afirmado Carretero.

Luis llegó a la reunión, que sólo duró 35 minutos, los suficientes para convencerlo, argumentando que él no quería perjudicar los intereses de nadie.

El portavoz de la organismo deportivo ha advertido que "el partido de Suecia (7 de octubre) no significará un ultimátum para Luis. Si una vez que le hemos dicho que continue, él decide marcharse habrá que aceptarlo. Para nosotros es la persona idónea, confiamos plenamente en él".

Jorge Carretero ha negado que la federación tenga a otro entrenador en la recámara, "hay plena confianza en Luis".

Connotaciones pendientes

Por su parte Aragonés ha comentado: "Hay unas connotaciones que tenemos que solucionar, el miércoles se verá".

El miércoles tomará Aragonés, que no tiene contrato firmado con la federación, sino verbal, la decisión.