El portero israelí del Deportivo, que fue agredido por el guardameta titular del conjunto coruñés Munúa, ha mostrado su malestar después de lo ocurrido, tras el entrenamiento del pasado viernes , cuando ambos se enzarzaron en el vestuario y por lo que Aouate ha tenido que ser atendido con ocho puntos en una brecha bajo el ojo izquierdo.

"No veo nada de un ojo. Tengo seis puntos por arriba y dos por abajo. Estoy muy dolido, sobre todo en lo personal, porque es la primera vez que me pasa esto. No me había pasado en veinte años que llevo jugando al fútbol. Nunca pude imaginar que llegara este momento, y ha llegado", indicó el portero, según publica Marca en su edición digital.

El israelí relata así cómo sucedió lo ocurrido. "Acabé de entrenar, y después de la ducha empecé a vestirme. Cuando llegó Munúa, me dijo: ¿A quién miras? De repente, recibí un puñetazo en el ojo, que comenzó a sangrarme mucho. Cuando vi que sangraba, me eché en el suelo. Estaba todo el equipo. Enseguida vino el médico y Pablo, el fisio, me ayudaron. El doctor me atendió en el vestuario. El equipo estaba en shock".

Pese a todo, el meta coruñés quiso dejar claro que él no hizo nada y que no fue una pelea, sino una agresión. "No fue una pelea, ha sido una sorpresa. Me ha pegado sin ninguna explicación. Vino de sorpresa. Me ha sorprendido que un compañero de mi equipo me haya hecho eso".

El jugador no descarta tomar algún tipo de medida contra su compañero y agresor. "Ahora no sé lo que voy a hacer. Estoy muy, muy dolido. No voy a ir a Abegondo mientras este jugador esté", concretó.