Si existía alguna duda sobre quién iba a ser el gran rival de Fernando Alonso en la lucha por el mundial, ayer quedó totalmente resuelta: se llama Lewis Hamilton, debuta este año en la Fórmula 1 y viste los mismos colores que el asturiano. A sus 22 años, el joven piloto inglés se apuntó  ayer en Indianápolis su segunda victoria en el campeonato del mundo y aumentó a diez puntos su ventaja de líder sobre Alonso, segundo.

El bicampeón mundial, segundo en la parrilla, intentó adelantar a su compañero en la salida, pero, como ya ocurrió en Canadá, Hamilton supo defender su pole y mantener el primer puesto de carrera.

Los dos pilotos de McLaren llegaron a ponerse en paralelo y estuvieron a punto de tocarse en la primera curva. Tuvo que ser Alonso quien cediera la posición «para no acabar los dos fuera de carrera», tal y como explicó el de Oviedo al término de la prueba.

Alonso se colocó a rueda de Hamilton y después de la primera parada en boxes comenzó a presionar a su compañero hasta situarse a sólo unas milésimas del inglés.

En la vuelta 38, el español lanzó su ataque e intentó adelantar a Hamilton en la recta de meta, pero, una vez más, el novato piloto británico demostró su entereza y resistió en el primer puesto. Los Ferrari de Felipe Massa y Kimi Raikkonen entraron en el tercer y cuarto puesto.

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