Tras su séptimo puesto en los entrenamientos del jueves en Mónaco, Fernando Alonso no es nada optimista para la parrilla de salida, donde prácticamente se decide cómo acabará la carrera porque es prácticamente imposible adelantar. Días antes aseguraba que el objetivo era el podio.

"Está difícil porque McLaren y Ferrari están muy cerca y eso nos perjudica porque saben que pueden hacer la pole. Los dos van a buscar fastidiar al otro, esa lucha entre ellos va a hacer que cuatro coches se distancien demasiado y entrar en las dos primeras filas va a ser misión imposible", aseguró.

Sobre el accidente

"El coche iba bien, no tenía problema alguno, pero cuando pones neumáticos nuevos y pasas por meta, quieres frenar cinco metros más tarde para ganar un poco de tiempo al llegar a la primera curva, y cinco fueron demasiados. Mañana tengo que frenar antes y no perder el coche", comentó.

Ya sin optimismo

Tiene dudas de cómo responderá el R28: "Hoy ha habido diferentes sensaciones porque a veces no íbamos muy rápido y otras, cuando puse los neumáticos nuevos, estaba segundo, tenía otra esperanza", afirmó.

"Este año, a parte de los problemas que estamos teniendo con el Renault, se nota falta de agarre y más dificultad a la hora de conducirlo. Tienes que poner los cinco sentidos, mientras que el año pasado ibas un poco más relajado", aseguró.

"Inalcanzables"

"Luego mejoraron los tiempos, tiempos que serían inalcanzables para nosotros. Supongo que los BMW no van tan rápido como los Ferrari o McLaren. Si nos pudiésemos meter delante de ellos sería fantástico", comentó.

Además, no cree que la posición de Nelsinho, 15º hoy, le influya: "Miro mi tiempo y el del primero. Al final miro dónde están los otros, veo que Nelsinho tiene dificultades, no es fácil adaptarte. Para mí no cambiaría mucho que estuviera más cerca o más lejos".

Alonso también habló sobre la llamada de los comisarios para aclarar la vuelta que dio sin el alerón trasero, que perdió en un choque contra las protecciones del circuito: "Querían preguntarme si era necesario llegar a boxes o si había alguna oportunidad de parar el coche para no conducir sin el alerón de atrás", apuntó.

"Dije que iba conduciendo despacito y que no ponía en peligro a nadie. Estamos en Mónaco, no hay escapatorias y no hay un trocito de hierba para poner el coche. Nos dimos las gracias y nos despedimos. Todo bien", comentó.