La lluvia es, en estos momentos, la gran preocupación para Fernando Alonso de cara al GP de Singapur que se va a disputar este fin de semana.

El asturiano, que ya ha pisado el circuito de Singapur, pudo observar en la jornada del miércoles cómo los charcos se hacían presentes en el circuito asiático, lo que incomoda al de Ferrari pensando en el domingo.

Alonso, que ha hecho dos podios en las dos ediciones disputadas en Singapur, recuerda que no llovió ni en 2008 ni en 2009. "En los dos últimos años nunca tuvimos lluvia, pero los pronósticos meteorológicos son muy poco alentadores. Así que un nuevo elemento de imprevisibilidad se añade a una carrera ya de por sí incierta".

Y es que la lluvia, de la que Ferrari y Alonso no tiene grato recuerdo a lo largo de la temporada, puede hacer que el Gran Premio se convierta en una locura. Algo que no quita el optimismo al asturiano de hacer algo importate. "El circuito encaja bastante bien con mi estilo de pilotaje: dos podios en dos carreras han hecho que venga con confianza".

A la más que probable lluvia, el domingo se le sumará que la carrera será bajo los focos de la luz artificial. Será un espectáculo poco habitual y que puede provocar incertidumbre entre los pilotos. Será el pistoletazo de inicio de las cinco últimas carreras de la temporada, donde todos se juegan todo.