Quizás sea Fernando Alonso el más tranquilo de todos, en estas semanas de paranoia sobre su futuro: un día Renault le abre una puerta, al siguiente, Toyota se la cierra y Red Bull la deja entreabierta.

En el diario ‘Marca’ apuntan que la negociación con Renault se ha dificultado en los últimos días porque pretenden que el piloto español firme un contrato para las dos próximas temporadas, lo que dificultaría las supuestas intenciones de fichar por Ferrari cuando haya un sitio libre. Sin embargo, el plazo dado por Flavio Briatore para anunciar novedades acaba el miércoles.

En Renault, según señalaba ‘El País’, están convencidos de que "Alonso cree que Ferrari le espera en 2009".

Y mientras, el asturiano permanece relajado en casa, comunicado con el exterior a través de su mánager, José Luis Abad, su traductor de ofertas, y manteniendo su forma con atletismo, ciclismo, tenis y gimnasio.

De la decisión de Fernando Alonso andan pendientes bancos, compañías de telefonías, empresas aseguradoras y media parrilla de la Fórmula 1.

En función de la escudería elegida por el bicampeón mundial, algunos pilotos pueden pasar al paro o a la categoría de probador.

La primera opción sigue siendo Renault. El "anunciaremos nuestros pilotos entre hoy y mañana" de Flavio Briatore está a la espera de cumplirse, pero en caso de que al final logren fichar a Fernando Alonso, los dos pilotos actuales pueden irse: Fisichella se quedaría sin equipo, mientras Kovalainen podría ocupar el sitio de Alonso en McLaren. "A mí me gustaría quedarme en Renault", dijo el finlandés.

Opción B, Red Bull. La escudería austríaca no dudará un segundo en quitar el volante al escocés David Coulthard para dárselo a Alonso si logran ficharle. Algo similar a lo que sucedería en Toyota. Si atan al asturiano, el teórico piloto titular, Timo Glock, pasaría a ser piloto suplente.

Por el momento, el entorno de Alonso no tiene prisa: "Hasta diciembre no se sabrá nada. Sin coche no nos vamos a quedar", se asegura. Pues eso, a esperar.