Después de compartir nombre con Sauber, para este 2019 fagocitan por completo la antigua escudería suiza. Han cambiado a Marcus Ericsson (que se fue a la IndyCar) y a Charles Leclerc (ascendido a Ferrari) por dos hombres de Maranello: el italiano Antonio Giovinazzi y el finlandés Kimi Räikkönen, que regresa al que fue su primer equipo allá por 2001. A efectos prácticos son una suerte de 'Ferrari B', que no sólo se nota en los pilotos, sino también en la capacidad técnica. Esta es su principal arma para despuntar en la zona media de parrilla.

Genio y figura. El último campeón de Ferrari es capaz de ser el más rápido de la parrilla o de quedarse casi dormido. Su carácter no le ha granjeado muchos amigos, pero tampoco demasiados enemigos, si bien parece haber recuperado la ilusión para ayudar a su antiguo equipo a crecer. Mucho más divertido fuera de los circuitos que dentro, pasará de pelear por victorias y podios a hacerlo por puntuar, si bien su experiencia es su principal argumento para ayudar al exSauber a liderar la zona media. Su instagram, visita obligada.

Italia volverá a tener representación en la parrilla de la Fórmula 1 gracias a este alto (mide casi 1,90m), ya corrió en Sauber en las dos primeras carreras de 2017 para sustituir a Pascal Wehrlein, lesionado. Para su primer año completo con Alfa Romeo tendrá que devolver la confianza puesta en él desde Ferrari, que le llevan prometiendo un asiento desde hace años. Poco que perder y mucho que ganar, su carrera está comandada desde Maranello.