Con la medalla de plata colgada al cuello, la selección española de baloncesto aterrizó ayer en el aeropuerto madrileño de Barajas. Su entrenador, Aíto García Reneses, atendió a la prensa. Sus últimas palabras como seleccionador nacional, ya que en la página web de la Federación española de baloncesto (FEB) ha anunciado su desvinculación.

El técnico advierte en dicho comunicado que lo hace "porque no quiero entrenar sólo dos meses al año, ahora mismo prefiero seguir en activo durante toda la temporada".

Aíto, presentado como el sustituto de Pepu Hernández el 10 de junio, ha conseguido en Pekín el objetivo marcado, una medalla. Ahora el entrenador madrileño emprenderá una nueva etapa en uno de los clubes punteros de la ACB, Unicaja de Málaga.

A la misma vez que su nombre sonaba como sustituto de Pepu, también lo hacía como nuevo entrenador de los malagueños, que le pretenden desde hace años.

García Reneses nunca quiso hablar de su futuro más allá de la cita de Pekín, aludiendo tiempo al tiempo y al ya se verá, aseguraba sentirse centrado en el equipo nacional. En su contrato se acordó la cláusula habitual de los seleccionadores nacionales de baloncesto, la posibilidad de abandonar el equipo nacional tras una gran cita. Ésta ya ha acabado y el madrileño se va.

¿Y después de Scariolo?

El conjunto malagueño, a falta de algo más de un mes para que comience la liga ACB (Unicaja-Real Madrid, el 4 de octubre), todavía no tiene entrenador. Se fue Sergio Scariolo y el banquillo del club de Los Guindos sigue vacío. Todo el verano sin entrenador pero fichando. Esta semana se sentará Aíto.

Cuando esto ocurra, Aíto presentado como nuevo entrenador de Unicaja, a la memoria de todos llegará un nombre, Pepu Hernández. Fue despedido como seleccionador nacional acusado entre otras cosas de falta de disponibilidad. Desde la Federación de baloncesto se habló de falta de exclusividad, desde los medios de contratos con diferentes clubes, y a día de hoy Pepu no tiene equipo.