Viajar a una ciudad extranjera para ver la primera final de la Champions League de tu equipo y perderla no es algo fácil de digerir. Miles de fans del Tottenham se resignaron a salir del Wanda Metropolitano con una dolorosa derrota, pero la satisfacción de que habían intentado plantar cara al Liverpool.

Quizá por eso, no todos se lo tomaron mal. El último ejemplo lo dio un solitario aficionado del conjunto entrenado por Mauricio Pochettino en el Metro de Madrid. Mientras esperaba en su andén, vio cómo el de enfrente se llenaba de camisetas rojas absolutamente encendidos por la victoria. Como era de esperar, empezaron a cantar sus clásicos, entre los que no faltó el 'You'll never walk alone'.

El fan del Tottenham, lejos de tomárselo mal, empezó a hacer de director de orquesta de sus rivales, que le acabaron aplaudiendo por su ejemplo de deportividad y buen perder.