David: «Con la vaselina se intenta sorprender al portero, engañarle y superarle por arriba. Lo más importante es, primero, fintar para engañarle y así obligarle a que se adelante y se separe de debajo de los palos. Luego, con un leve golpe con la palma de la mano, hago un tiro parabólico para pasar por encima de él».
Víctor: «Ante una vaselina, el portero siempre debe procurar tocar el balón con el brazo cambiado, igual que en fútbol. Esto significa que si te lanzan el balón hacia el poste izquierdo, debes levantar el brazo derecho, y viceversa. Así consigues más altura».
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