Por qué 'Los miserables' no debería ganar el Oscar

Vale, Anne Hathaway canta muy bien, pero ¿de verdad es para tanto? Iniciamos nuestra puesta en solfa de las candidatas a Mejor Película asaltando las barricadas de París. Por YAGO GARCÍA
Por qué 'Los miserables' no debería ganar el Oscar
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Por qué 'Los miserables' no debería ganar el Oscar

Ya iba siendo hora, lectores. Hora de vengar retinas ofendidas, de recordar que la perfección no existe y de ejecutar ese ritual, tan carnicero como divertido, que la web de CINEMANÍA lleva a cabo desde 2011. Es decir: es hora de poner en solfa a las candidatas al Oscar 2013 a la Mejor Película. Una misión que, en el pasado, nos llevó a emprenderla por igual con futuras ganadoras (The Artist), con títulos cargados de prestigio crítico (El árbol de la vida, La red social) y con trabajos que se habían colado en la lista de nominaciones nadie sabía muy bien por qué (Tan fuerte, tan cerca). Este año, dicha vocación de aguafiestas nos llevará a vernos las caras con esclavos convertidos en pistoleros, agentes de la CIA sin escrúpulos, un tigre y (escalofríos...) con el mismísimo Michael Haneke. Por citar sólo algunos ejemplos.

Ahora bien: puestos a dar el primer paso, ¿por qué no poner en la picota a un cineasta a quien ya propinamos una buena razón de sopapos? Sí, hablamos de Tom Hooper, el responsable de El discurso del rey, quien compite este año en la categoría de Mejor Película (pero no en la de Mejor Director...) con Los miserables. Una película muy desaforada y megalómana, como corresponde a la novela de Víctor Hugo y al musical homónimo, a la cual perseguiremos con una saña y una falta de piedad propias del inspector Javert. Avisamos: cuando hayamos acabado con ella, esta película estará más hecha polvo que las barricadas de París después de una salva de artillería.

1. Musical grande, ¿ande o no ande?los_miserables_oscar_paris

Un presupuesto de más de 46 millones de euros, un reparto de campanillas, un director con estatuilla en la repisa... Y su condición de película musical: estos son los poderes con los que cuenta Los miserables para proclamarse como triunfadora la madrugada del 25 de febrero. Pero, ¿de verdad es tan importante que los personajes de este filme den el Do de pecho? A nosotros nos parece que sí: desde 2002, cuando Chicago se llevó seis 'hombrecitos' a casa, ningún filme del género más sonoro ha gozado de la distinción de Mejor Película. Y eso crea una disyuntiva interesante, porque, premiando al filme que nos ocupa, parece que los académicos estarán teniendo más en cuenta a la partitura original de Alain Boubil y Claude-Michel Schönberg, con su aura mítica y su trayectoria de llenateatros, que a una cinta cuyos valores estrictamente visuales (espectacularidad aparte) son más bien ajustados. ¿Debería codearse Los miserables en los libros de historia con West Side Story, Sonrisas y lágrimas o My Fair Lady, otros musicales que se llevaron el premio gordo de la noche? Nosotros creemos que no.

2. Hugh Jackman nos echa el aliento (en directo)los_miserables_oscar_hugh_jackman

Uno de los argumentos promocionales más repetidos acerca de Los miserables es que todas las canciones que suenan en ella han sido registradas en directo en el plató. Es decir, que sus actores se han desgañitado in situ en lugar de añadirse sus voces en postproducción. Algo que tiene muy buena pinta sobre el papel, pero que a la hora de la verdad se traduce en un festival de primeros planos y planos medios, con los rostros de las estrellas ocupando siempre la pantalla. En cristiano: que Tom Hooper parece tan preocupado con mostrarnos a Hugh Jackman llevando al límite su capacidad vocal, sin ir más lejos, que en sumergirnos en la historia y en su ambientación. Algo imperdonable, máxime cuando, además de la etiqueta de "musical", a esta película le cuadra la de "dramón histórico de los de llorar mucho". Lo cual delata a un director de recursos más bien limitados, y a un trabajo que, tratando de darle todo el protagonismo a los personajes y a las canciones, sólo consigue resultarnos afectado y machacón.

3. ¿Justifica Anne Hathaway toda la película?anne_hathaway_los_miserables_oscar

Venga, admitámoslo, que no pasa nada: incluso a los críticos más encallecidos y con el corazón más negro se nos ha puesto un nudo en la garganta viendo a Anne Hathaway luciendo garganta con I Dreamed A Dream. Una proeza que ha sido recompensada con el Globo de Oro correspondiente, con un BAFTA, y con una nominación que probablemente se convertirá en estatuilla dorada. Hasta aquí, todo bien, porque la actriz está soberbia en su papel de Fantine, uno de esos personajes que sufren mucho y que tan bien quedan en temporada de premios. Pero que levante la mano quien no ande ya un poco hasta la coronilla de cómo la sensacional interpretación de Hathaway ha sido usada para vender la película... Y también para enmascarar algunas graves carencias de su reparto. Como, sin ir más lejos, la de esa Amanda Seyfried tan azucarada, o la más importante de todas, que analizamos a continuación.

4. ¡Más alto, Russell, que no se te oye!russell_crowe_los_miserables_oscar

Efectivamente, Anne Hathaway está nominada como Actriz de Reparto por Los miserables, y es más que probable que se lleve el Oscar. Hugh Jackman también es candidato a Mejor Actor Principal, aunque para irse del Dolby Theatre con el 'hombrecito' bajo el brazo tendrá que pugnar un poco más, y... ¡Un momento! ¿No echamos de menos a alguien en esta enumeración? Pues sí: a Russell Crowe. Durante toda Los miserables, el intérprete del inspector Javert actúa muy bien, pero de su forma de cantar lo mejor que puede decirse es que no desafina: frente al inesperado fuelle de la Hathaway y al oficio de su paisano Jackman, veterano del género, un cantante de rock con larga trayectoria como Russell sale mal parado por culpa de un registro vocal poco adecuado para sus números (especialmente para Stars, una de las canciones emblemáticas del musical) y de una potencia pulmonar más bien escasa para una partitura tan operística. Y, siendo el suyo el segundo personaje en importancia del argumento, sus carencias lastran a la película entera. Es decir, que resulta una buena razón para pensarse dos veces lo del Oscar...

5. 'Su majestad' Tom Hooper: Una y no mástom_hooper_los_miserables_oscar

Hagamos un poco de futurología: quienes más se alegrarán en el caso de que Los miserables salga escaldada el 25 de febrero no serán aquellos que hayan detestado el filme. Serán aquellos que, cuando la Academia recompensó con cuatro Oscar a El discurso del rey, pensaron que aquello obedecía a la voluntad de la Weinstein Company y a sus artimañas promocionales, no a la calidad de aquella película. Recordemos que la carrera de Tom Hooper en el cine era, cuanto menos, discreta antes de que el monarca Colin Firth tartamudease a sus órdenes (su mayor hito: un currele como suplente de Winterbottom en The Damned United), y que el director inglés jamás se hubiese visto al timón de un proyecto tan inmenso como Los miserables de no contar con un triunfo así en su curriculum. Cuando la Academia nomina a un filme a Mejor Película, pero no a su firmante como Mejor Director, la cosa suele oler a azufre. O bien estamos hablando de un desprecio premeditado (véanse este año los casos de Tarantino, Ben Affleck y Kathryn Bigelow), o bien de una candidatura forzada por el hecho de que la película "tiene que estar", debido a su tirón mediático. Aquí, sentenciamos, Hooper se ha comportado como un advenedizo que ha mordido más de lo que puede tragar: si la Academia aclama a su filme como el mejor de 2012, estará drásticamente equivocada.

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