Indianápolis estaba preparada para ver a un español ganar sus 500 millas por primera vez en su historia, pero la mala suerte lo evitó. Álex Palou arrancó desde primerísima línea tras lograr una pole de récord —el primer español en hacerlo— y aguantó el pulso de la cabeza en el primer cuarto de la carrera, pero un inoportuno accidente le hizo caer a la parte baja de la tabla y le privó de luchar por la victoria. Aún así, logró terminar cuarto tras dar una lección de automovilismo y completar una remontada espectacular de 19 posiciones que le permite seguir líder de la IndyCar.

El catalán protagonizó una incesante batalla por el liderato con Rinus Veekay durante más del primer cuarto de la carrera y aguantó el tipo. Estaba solo a unos pocos segundos de la cabeza casi en el ecuador de la prueba cuando todas sus opciones de volver a lo más alto estallaron por los aires. Una bandera amarilla provocó una entrada masiva a boxes y el neerlandés llevó contra el muro al piloto de Chip Ganassi tras perder el control de su coche en la salida.

Su alerón delantero quedó dañado y sus mecánicos tuvieron que llevarse el coche al garaje para colocarle uno nuevo junto a otros neumáticos. Pagó el arreglo con tiempo y posiciones, pues volvió a la pista en el vigesimoquinto lugar, con la necesidad de que se produjese un milagro para volver arriba.

"Desde ese momento tuvimos que cambiar la mentalidad y empezar de cero", explicó tras bajarse del monoplaza. Dicho y hecho. Inició un ascenso a base de adelantamientos para colocarse noveno cuando el espeluznante accidente de Rosenqvist paró la carrera. La resalida se tradujo en dos posiciones más ganadas para el español.

Y cuando parecía que Palou terminaría séptimo, su compañero como piloto reserva de McLaren en la Fórmula, Pato O'Ward, se tocó con Carapino y los dos abandonaron. Quinto a dos vueltas del final con Alexander Rossi por delante, que nada pudo hacer para frenar el ímpetu del español.

"Tuvimos uno de los mejores coches hoy. No acabamos cuartos si no es porque tenemos este coche", puso en valor Álex, que consigue mantener el liderato de las IndyCar Series con 20 puntos de ventaja frente a Marcus Ericsson y confirma que el automovilismo español tiene muchísimo futuro.