El Real Madrid gana al Rayo en un partido convertido en un homenaje a Vinícius

Rodrygo dedica su gol a Vinícius.
Rodrygo dedica su gol a Vinícius.
EFE
Rodrygo dedica su gol a Vinícius.

Con poco más que la segunda plaza en juego para el Real Madrid, el Santiago Bernabéu se convirtió durante el partido ante el Rayo Vallecano en un foro en el que los seguidores blancos aprovecharon para dar su cariño a Vinícius tras los intolerables insultos racistas recibidos en Mestalla. Hubo pancarta gigante de apoyo, cánticos y una ovación para el brasileño, que no jugó debido a sus molestias y vio el partido en el palco junto a Florentino Pérez. La victoria, por cierto, fue merengue gracias a un gol de Rodrygo en el tramo final (2-1).

Pese a que Competición decidió este martes por la noche no sancionar a Vinícius pese a su expulsión en Mestalla, al considerar que el VAR –con el cesado Iglesias Villanueva al frente– no le ofreció las imágenes adecuadas al árbitro De Burgos Bengoetxea, el brasileño no entró en la convocatoria por unas molestias. Pero sí estuvo en el campo, que le recibió con una macropancarta en la grada que rezaba ‘Vinícius somos todos, basta ya’, después le ovacionó –primero en el campo, después cuando estaba en el campo– y finalmente coreó su nombre en el minuto 20, el de su dorsal.  

El Rayo comenzó el partido valiente, siempre fiel al estilo de Iraola, pero pagó caro un error de concentración. En un bote neutral, la zaga franjiroja se durmió, Carvajal y Valverde estuvieron listos y Benzema se quedó solo ante Dimitrievski para, tras regatearle, abrir el marcador. 

Era el primer disparo a puerta del conjunto madridista, que de nuevo mostró una cara gris pese a la derrota. Sin nada en juego más allá de la pugna que mantiene con el Atlético por la segunda plaza, Ancelotti apostó por un once reconocible que jugó a ratos, sin excesiva ambición ni tampoco alegría. 

El Rayo, que había sido mejor en la primera media hora, acusó el golpe y se diluyó antes del paso por vestuarios.  Eso sí, el dominio madridista no se tradujo en goles, dejando todo abierto para la segunda mitad. 

Con Rodrygo como jugador más activo, los de Ancelotti mandaron en el choque, pero sin llegadas claras, y el clásico carrusel de cambios le benefició al Rayo hasta que Raúl de Tomás, con un disparo seco y raso ante el que no pudo responder Courtois puso el empate en el marcador a seis minutos del final. 

Ninguno de los dos se conformó con el empate, y el partido se convirtió en un ida y vuelta. Y en ese intercambio, el Real Madrid salió beneficiado. Rodrygo, con espacios, avanzó hacia el área y se sacó un preciso y ajustado disparo desde la frontal para darle que puso el segundo. El brasileño lo celebró con reivindicación –imitó el gesto contra el racismo de Tommie Smith y John Carlos en México 1968– y el Real Madrid se llevó la victoria en un partido convertido en el que lo que pasaba con el balón nunca pareció lo más importante.

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Real Madrid-Rayo Vallecano, en directo: última hora de la jornada 36 de LaLiga
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