Dani Alves seguirá en prisión. Así lo ha decidido la jueza que investiga la presunta violación del futbolista a una joven en una discoteca de Barcelona tras una nueva declaración del exfutbolista por petición propia para solicitar su salida de la prisión provisional, donde se encuentra desde el pasado 20 de enero.
La magistrada ha desestimado el recurso presentado por la defensa del brasileño alegando que existía riesgo de fuga, un extremo que el futbolista intentó negar en su testimonio más reciente, en el que llegó a ofrecer su pasaporte, un pago de una fianza millonaria o la posibilidad de llevar una pulsera de control telemática.
Sin embargo, esas propuestas no han servido de nada a Dani Alves. La jueza considera que sigue existiendo riesgo de fuga por lo que se ha ajustado a la ley que acuerda que por este motivo se puede establecer la prisión provisional.
Entre las razones que hacen creer a la magistrada que persiste ese riesgo de fuga es que, además de su abultado patrimonio, cuenta con doble nacionalidad española y brasileña, y no existen convenios de extradición con su país de origen.
A eso se suma que hay una falta de arraigo, puesto que no dispone de trabajo en España y su divorcio es inminente tras anunciar Joana Sanz en las redes sociales su decisión de separarse de él.
Discrepancias entre el informe y los hechos
El otro gran motivo que hace que Dani Alves continúe en prisión provisional es la cantidad de versiones que ha ofrecido sobre lo ocurrido, así como las discrepancias entre sus declaraciones y la de la víctima, que ha mantenido la misma versión desde el principio.
En su última declaración, el brasileño admitió por primera vez que había mantenido relaciones sexuales por vía vaginal con la denunciante, pero aseguró que habían sido consentidas. Para demostrarlo, la defensa del exfutbolista aportó un análisis de las imágenes que grabaron las cámaras de seguridad de Sutton y que, según su versión, lo exculpan.
"Al encontrar líquido seminal en el interior de la vagina de la víctima, no quedaba más remedio que dar una nueva versión y reconocer que tuvieron sexo", apunta la magistrada en el auto de la petición de Alves sobre su testimonio de Alves, según recoge Cuatro.
La jueza esgrime en el documento que "estar con él charlando y normal, beber una copa, nada de todo eso tiene que ver con lo que sucedió dentro del lavabo", donde se produjo la presunta agresión sexual y de donde no existen imágenes.
En este sentido, la magistrada considera "curioso que si todo fue tan bien como señala el Sr. Alves, después de salir del baño no vuelven a dirigirse ni la palabra ni la mirada".
Estas razones han hecho que la jueza instructora considere que se mantienen los indicios de criminalidad que lo involucran en esa supuesta violación ocurrida el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona.
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