El Liverpool estudia la aplicación de una sanción ejemplar para el seguidor de 16 años que invadió el césped para celebrar el séptimo gol de su equipo contra el Manchester United. Esta sería la prohibición de acceso al estadio de por vida, un castigo agravado por lo cerca que estuvo el chico, por culpa de un resbalón inoportuno, de lesionar al futbolista Andrew Robertson.

Ocurrió en el minuto 88 de encuentro, cuando Firmino puso la guinda al pastel con el séptimo gol del Liverpool ante el Manchester United (7-0), una fiesta goleadora que a punto estuvo de empañar un aficionado 'red'. El joven saltó al césped para celebrar con la piña de jugadores, con la mala fortuna de que resbaló poco antes de llegar, golpeando con fuerza el tobillo del lateral izquierdo.

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Los servicios de seguridad se llevaron al invasor, cuyo error fue duramente recriminado por Jurgen Klopp, entrenador del combinado local. Finalmente, el futbolista pudo reincorporarse y terminar el partido por su propio pie.

Las medidas anunciadas por el club

Este lunes el equipo ha informado en un comunicado sobre la puesta en marcha de una investigación para estudiar unos hechos derivados de un "comportamiento inaceptable y peligroso", que podría tener consecuencias radicales para el aficionado.

"El club ahora seguirá su proceso formal de sanciones y ha suspendido la cuenta del presunto infractor hasta que se complete el proceso. Si es declarado culpable del delito de ingresar al campo sin permiso, el infractor podría enfrentar antecedentes penales y una prohibición de por vida de Anfield y todos los estadios de la Premier League", sentenció el escrito.