Sergio Ramos ha anunciado que deja la Selección española oficialmente después de que el actual seleccionador, Luis de la Fuente, le llame personalmente para comunicarle la decisión de no volver a contar con él. Ni siquiera un rendimiento estelar en su equipo, el PSG, devolverá al camero a La Roja, de la que ya era independientemente una figura más que histórica. Una leyenda viviente, quizá el mejor defensa de la historia de España, que se marcha por la puerta de atrás después de ganarlo todo y de batir todos los récords posibles.

Como lateral derecho, como central, y por último como capitán, Sergio Ramos ha dejado una huella indeleble en el combinado nacional, al que dice adiós después de 18 años de servicio. Debutó un 26 de marzo de 2005 de la mano de Luis Aragonés en el estadio Helmántico de Salamanca, con 18 años recién cumplidos, en un amistoso con victoria cómoda ante China (3-0) en el que entró como suplente por Puyol, y desde ese mismo día pasó a ser un componente indispensable para el ‘Sabio’ de Hortaleza.

Tanto, que incluso anotó el gol que puso la primera piedra del futuro ‘tiki-taka’ (contra Dinamarca en 2007) que enamoró al mundo entero después, empezando por la Eurocopa de 2008. Su actuación en el Mundial de Sudáfrica en 2010 también fue estelar, ya bajo el mando de Vicente del Bosque, y puso el broche de oro con la Eurocopa de 2012, en la que lanzó un penalti a lo ‘Panenka’ en la tanda de penaltis de semifinales contra Portugal. Su transición hacia el centro de la zaga, además, permitió formar una dupla Piqué-Ramos espectacular tras la retirada de Puyol.

180 partidos disputados con España, en tres décadas distintas, participando en cuatro mundiales y tres eurocopas. 23 goles para ser, con permiso de Fernando Hierro (29), el defensa más goleador de la historia de la Roja. Solo un lunar, la final de la Copa Confederaciones de 2013, en la que perdieron contra Brasil y en la que falló otro de sus famosos ‘Panenkas’. El número ‘15’ que abandonó el ‘4’ por honrar la memoria de su amigo Antonio Puerta. Todo eso ha perdido este jueves la Selección española.

Agencia EFE

Un final agónico pero anunciado.

Sin embargo, se trata de un final que se veía venir, anunciado desde hace un tiempo. Como le pasó en el club de su vida, el Real Madrid, las lesiones se encargaron de apartarlo de la dinámica habitual del grupo, y cuando quiso y pudo regresar, después de haber forzado, ya fue demasiado tarde. En la Selección, en concreto, el principio del fin comenzó en Kosovo, el 31 de marzo de 2021, donde disputó su último partido como internacional, apenas cinco minutos de cortesía para inflar sus estadísticas.

Aquel año 2021, Ramos se lesionó de gravedad la rodilla y tuvo que pasar por quirófano. Forzó con el Real Madrid, recayó, volvió a forzar con la Selección para aumentar su número récord de internacionalidades, y se lesionó por jugar esos cinco minutos ante Kosovo para seguir sumando. Después de aquel partido, incluso escenificó un entrenamiento post partido para justificar esa nueva lesión. Finalmente, ese año jugó solo 7 partidos y ninguno completo (ni siquiera en el PSG), lo que implicó su salida del club merengue por desavenencias con la renovación de su contrato, y de la lista de Luis Enrique para la Eurocopa 2020.

Su relación con el asturiano, al que siempre le ha gustado ser la estrella de sus equipos por encima de sus jugadores, nunca fue del todo buena, y esa lesión que privó a Ramos de minutos en todo el 2021 fue la excusa perfecta para no volver a convocar al capitán, con gente como Eric García por encima de él en la nueva jerarquía. De hecho, el técnico gijonés tuvo la opción de llevar a 26 jugadores a aquella Eurocopa, y prefirió llevar solo a 24 en lugar de llevarse, por ejemplo, a Ramos. Con el sevillano ya recuperado, y disfrutando de buenos minutos en Francia, llegó el Mundial de Qatar, y Luis Enrique volvió a pasar de él, evidenciando una relación tormentosa entre dos profesionales con mucha personalidad y mucho ego.

El mal desempeño de España en Qatar le costó a ‘Lucho’ su puesto, y Luis de la Fuente asumió sus funciones de forma permanente. Un nuevo comienzo esperanzador para el andaluz, sobre todo cuando el técnico riojano le dejó abiertas de par en par las puerta de la Roja para su regreso, hace escasamente un mes. No obstante, De la Fuente parece haber dado marcha atrás y haberse arrepentido de crear esperanzas a Ramos, porque le ha descartado para siempre a sus 36, casi 37 años.