Marcas y afición, 'todo' a la Super Bowl: Las astronómicas cifras de la final de la NFL

El State Farm Stadium de los Arizona Cardinals, en la ciudad de Glendale, con capacidad para 63.400 espectadores, acoge la Super Bowl LVII.
El State Farm Stadium de los Arizona Cardinals, en la ciudad de Glendale, con capacidad para 63.400 espectadores, acoge la Super Bowl LVII.
Agencia EFE
El State Farm Stadium de los Arizona Cardinals, en la ciudad de Glendale, con capacidad para 63.400 espectadores, acoge la Super Bowl LVII.

La Super Bowl es uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo, y como tal magnifica todo lo que la rodea. Es la final de la NFL para definir al mejor equipo de Estados Unidos, y por ende del mundo, que este año saldrá entre los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs

Además, estrellas de la música como Rihanna este año protagonizan el clásico show del descanso de cada edición, atrayendo las miradas del planeta entero. Por ello, es uno de los eventos que más audiencia, dinero e inversión genera y atrae, con aficionados ávidos por una entrada, y patrocinadores y anunciantes peleando por un hueco en sus espacios publicitarios.

Más de 5.000 dólares por acudir al State Farm Stadium 

El espectáculo arrancará a las 01:30 horas de la noche de la madrugada del domingo 12 al lunes 13 de febrero, aunque habrá comenzado mucho antes realmente para muchos agentes interesados no solo en el partido, si no en todo lo que lo rodea. Se jugará en el State Farm Stadium de los Arizona Cardinals, en la ciudad de Glendale, con capacidad para 63.400 espectadores, y el precio de las entradas demuestra el atractivo y el seguimiento que tiene la Super Bowl. 

Las más baratas para ver el partido entre Eagles y Chiefs costarán unos 5.368 dólares, una absoluta locura para cualquier bolsillo medio, mientras que las más caras rondarán los 41.400 dólares. Pasión y desenfreno económico por presenciar en vivo un acontecimiento que bien lo vale, tanto en lo deportivo como en lo musical, aunque llegue a ser prohibitivo. Aun así, se espera lleno total y absoluto en el estadio.

Espectáculo para el público... y para las marcas

Más allá de la audiencia en la grada, las televisivas son las que más interés generan a marcas y patrocinadores. Si hay un día para que una empresa quiera darse a conocer mundialmente es este, la final de la NFL. En la Super Bowl, los anuncios de televisión llegan a millones de hogares alrededor del mundo, por lo que Fox, la cadena televisiva que posee los derechos para emitir la gran final, estaría pidiendo alrededor de 7  millones de dólares por 30 segundos de anuncio durante el partido.

Durante los últimos años, los precios han rondado cifras similares (2022: 6.5 millones $; 2021: 5.5 millones $; 2020: 5.6 millones $; 2019: 5.2 millones $), aunque no sería de extrañar que alguna empresa de última hora mejorase su oferta. Está previsto que la empresa cervecera Anheuser Busch sea la que más presencia tenga a nivel publicitario, aunque la NFL este año ha acordado otros patrocinios con bebidas alcohólicas, por lo que al haber más competencia, el Jefe de Marketing de Anheuser Busch, Benoit Garbe ha anunciado que la compañía gastará cuatro veces más en anuncios que sus rivales.

Todo por impactar y alcanzar a una audiencia enganchada por lo deportivo, de una calidad indudable, pero también por lo comercial, pues los anuncios emitidos suelen ser exclusivos y muy originales, y por supuesto, por lo musical. En la Super Bowl LVII será Rihanna, una de las artistas con mayor reconocimiento internacional, quién protagonice el espectáculo, asegurando millones de miradas frente al televisor.

Tal es la magnitud del descanso de la Super Bowl, que la actuación de Rihanna estará organizada por Apple Music, que ha desembolsado cerca de 50 millones de dólares por los derechos de este espacio gracias a un nuevo acuerdo con la NFL, en el que revelarán también a Pepsi como patrocinador principal, por lo que se pueden esperar algunos cambios respecto a pasadas ediciones.

La Super Bowl y su 'relativa' crisis de audiencia

No cabe duda de que la Super Bowl es el evento deportivo más visto del año en Estados Unidos, pero no supera en seguimiento y números a otras fechas como la final del Mundial o la final de la Champions League. En la pasada edición de la Super Bowl 2022, que enfrentó a Cincinnati Bengals y Los Angeles Rams, se registraron un total de 208 millones de espectadores en conjunto, con una cuota de pantalla de casi el 90% en el país norteamericano.

Por el contrario, la dura realidad para la Super Bowl fuera de sus fronteras es que aún no llega a los niveles de las competiciones FIFA y del fútbol élite en general. La final del Mundial de 2018, partido que enfrentó a Francia y Croacia, registró unos 517 millones de espectadores, muy por encima de cualquier Super Bowl. Estos datos evidencian que el fútbol, o soccer como prefieren llamarlo en Estados Unidos, sigue siendo el 'deporte rey' en cuanto a cifras y audiencia se refiere.

Volviendo a Estados Unidos, pese a ser el partido más visto del año, la Super Bowl sufre en la actualidad una tendencia a la baja en cuanto a audiencia televisiva. La final de 2015 fue la más vista, alcanzando los 114,44 millones de norteamericanos pegados a la televisión viendo los Patriots de Tom Brady ganar a Seattle Seahawks, pero las cifras han ido cayendo desde entonces con demasiada irregularidad.

Aun así, hay mucha esperanza puesta en que la esta final del día 12 mejore los números del curso pasado, ya que los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes son ahora mismo el mejor escaparate internacional para la NFL. Además, la estrategia de expansión internacional de la NFL al continente europeo ha sido un éxito en los últimos años. Inglaterra (Londres) y Alemania (Múnich) ya han albergado partidos de la liga, y en este último país más de 2 millones personas intentaron aplicar para comprar una entrada para ver un Buccaneers - Seahawks en el Allianz Arena.

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