OPINIÓN

Vinícius y el cóctel molotov

La patada de Paulista a Vinicius.
La patada de Paulista a Vinicius.
Agencia EFE
La patada de Paulista a Vinicius.

Hay que tener mucho cuidado estos días en el periodismo deportivo. Noto el ambiente muy crispado, inflamable. El tema Vinícius, el racismo en los estadios, los ocho puntos de diferencia del Barça sobre el Madrid en la Liga, la carta de Gil Marín y su guerra latente con Florentino Pérez, las amenazas de la Premier sobre el City, Tebas … Todo se ha mezclado en una especie de cóctel molotov que amenaza con explotar en cualquier discusión. 

Yo pensaba que lejos de los medios tradicionales, en Twitch, encontraría en estos días de batalla un remanso de paz y buen rollo, una especie de zona de exclusión. Pero no; ahí las cosas han ido casi peor y he visto a compañeros y streamers decirse de todo, tirar los cascos sobre las mesas de sus relucientes set ups y superar todos los límites habidos y por haber.

En mi caso, no estar en Twitter ayuda, pero no lo hace todo. Aunque no vivas cerca de un estercolero, si el viento sopla con la fuerza y en la dirección adecuada te puede traer perfectamente el hedor de la basura. Y algunos de los temas que están ahora sobre la mesa son eso: basura. Los gritos racistas, el muñeco colgado, los comunicados de los ultras. Ante eso: mano dura, educación, denuncias, persecución y sentencias firmes. No debe ser tan complicado. Y si nuestro Código Penal deja abiertas algunas puertas para los indeseables, habrá que modificar las leyes y adaptarlas a nuestros tiempos. 

No es de recibo que la Fiscalía de Madrid diga que los cánticos de "eres un mono" a las puertas del Metropolitano el pasado mes de septiembre no son delito porque "solo duraron unos segundos" y se vertieron "en un contexto de máxima rivalidad". Y lo mismo con los de Mallorca de la pasada campaña. Igual en el Camp Nou. En todos los sitios, denuncias archivadas.

Creo que las cosas van a remitir, poco a poco. Hay cierta alarma social y quizá los indeseables se lo piensen antes de comportarse como racistas si sospechan que están siendo grabados por una cámara y, sobre todo, si no van a ser escondidos y apoyados por sus clubes. Sí, eso ha ocurrido.

Ahora, solo falta que nos centremos todos un poco. Que los periodistas no mezclemos la patada que le dan a Vinícius con el grito racista en la grada. Que el Real Madrid vaya de la mano de la Liga en este asunto, aunque a Florentino Pérez le salgan sarpullidos por ello. Que los jueces no pasen una y consideren que la palabra 'mono' atenta contra la dignidad de una persona. Que los Mossos identifiquen, aunque el agredido sea del Madrid y el agresor lleve una camiseta del Barça. Que no haya más concesiones a los radicales por parte de los dirigentes deportivos ni por entrenadores o jugadores. Que se hable un poco más de fútbol, por favor.

Vienen tres clásicos y un derbi en menos de un mes y medio. Gasolina pura. No permitan ni una chispa o la explosión va a ser aún mayor.

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