El conflicto judicial por la Superliga, proyecto encabezado por Real Madrid, Barça y Juventus a través de A22 Sports Management, ha vivido este martes su último capítulo, cuando la Audiencia Provincial de Madrid ha decidido reactivar las medidas cautelares que impedían que FIFA y UEFA pudiesen sancionar a la Superliga o aquellos agentes involucrados con ella, después de revocar el auto del 20 de abril de 2022 del Juzgado de lo Mercantil N.17 de Madrid que decretaba el alzamiento de esas medidas.

Por parte de los creadores de la Superliga, el CEO de A22, Bernd Reichart, manifestó su satisfacción con la resolución, que les permitirá "continuar libremente el proyecto de crear una nueva y emocionante competición europea de fútbol", sin amenazas ni presiones, y sin dejar a nadie fuera del proyecto. En cambio, sus principales opositores han lanzado sus propios comunicados, escuetos, asumiendo y aceptando el golpe mientras esperan la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo.

"El procedimiento principal ante el Juzgado de lo Mercantil de Madrid está actualmente suspendido a la espera de la decisión del TJUE" comienza su texto la UEFA. "Tras las inequívocas conclusiones del Abogado General del TJUE en apoyo de la misión central de la UEFA de gobernar el fútbol europeo, la UEFA espera ahora la sentencia del TJUE, que será notificada al Juzgado de lo Mercantil de Madrid para que pueda aplicarse en los procedimientos principales", apunta el máximo organismo europeo, cauto en sus palabras, pero confiado en la "importancia primordial" de ese procedimiento pendiente.

La Liga, por su parte, ha aceptado la nueva cautelar, pero insiste en quedar "a la espera de la resolución del procedimiento principal en el Juzgado de lo Mercantil de Madrid, una vez se conozca la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)", como manifiesta en su comunicado. "En precedentes anteriores de los tribunales de la UE y en la reciente opinión del Abogado General Athanasios Rantos del pasado mes de diciembre, han considerado inequívocamente legítimos y necesarios principios como la integridad, el mérito deportivo y la apertura de las competiciones" precisa el escrito.

"LaLiga confía en que el TJUE apoye el actual modelo europeo del deporte, que cuenta con el respaldo de las instituciones europeas y los gobiernos nacionales", añade la organización de los clubes españoles, que asegura ser "una firme defensora del actual modelo de fútbol europeo, que ha demostrado su éxito permitiendo un adecuado desarrollo de nuestro deporte, el fútbol, desde la base hasta las categorías profesionales, con una convivencia adecuada entre las ligas nacionales y las competiciones europeas".

Por último, el comunicado de la organización que preside Javier Tebas reitera el manido discurso de la desaparición del fútbol como lo conocemos: "La creación de una Superliga ajena a este modelo de gobernanza significaría además el final de las ligas nacionales europeas, terminaría con un modelo que ha demostrado su eficacia durante más de 100 años y rompería el sueño de los millones de aficionados de las competiciones nacionales".

"La creación de una liga diseñada para enriquecer a los clubes más grandes y concentrar el poder en un pequeño número de equipos que ya dominan el fútbol europeo, también provocaría la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo y reduciría drásticamente los ingresos fiscales de las arcas públicas de todo el continente", finaliza el texto, reforzando el argumentario de los detractores del proyecto Superliga.