Murray vuelve a obrar el milagro y derrota a Kokkinakis en casi seis horas de partido

Andy Murray celebra durante el partido ante Kokkinakis
Andy Murray celebra durante el partido ante Kokkinakis
EP
Andy Murray celebra durante el partido ante Kokkinakis

Andy Murray no ha viajado a Melbourne para hacer acto de presencia. A sus 35 años, el tenista que salta a la pista con una prótesis de titanio en la cadera ha vuelto a obrar el milagro en la segunda ronda, en la que ha batido a Thanasi Kokkinakis en el segundo partido más largo de la historia del torneo por 4-6/6 (4)-7/7-6(5)/6-3/7-5.

Cinco horas y 45 minutos ha durado la batalla entre el escocés y el australiano -favorito de la grada-, muy cerca de las cinco horas y 53 minutos que duró la final de este mismo torneo en 2012 entre Rafa Nadal y y Novak Djokovic. Una verdadera maratón de tenis en la que se ha impuesto, remontada incluida, la veteranía del tenista de Glasgow.

Durante un choque que finalizó a altas horas de la madrugada, Murray dejó puntos inverosímiles, como el que ejecutó a la perfección para comenzar a remar un marcador adverso de dos sets en contra. Hasta cinco bolas imposibles devolvió al jugador local antes de romper su saque y colocar en 2-1 en el marcador del tercer set.

Kokkinakis, otra víctima más de la 'maldición Netflix', terminó desesperado al final del choque. El campeón el año pasado en la modalidad de dobles junto a Kyrgios se despidió del primer grande del año, y será Murray el que se mida a Roberto Bautista -único español con vida en el cuadro- en tercera ronda.

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