Argentina y Croacia se miden este martes (20.00 horas) en el primer cruce de semifinales del Mundial de Qatar, un partido de altos vuelos deparado por un caprichoso cuadro que ha emparejado a los dos últimos subcampeones. La albiceleste de Leo Messi se quedó con la miel en los labios al perder ante Alemania en Brasil 2014, y la selección balcánica liderada por Modric cayó derrotada ante Francia en 2018. Ahora ambas están a dos pasos de la gloria y no saldrán a especular en el penúltimo partido.
El equipo dirigido por Lionel Scaloni está cumpliendo con las expectativas de todas las quinielas. La expedición argentina llegó a Qatar como una de las grandes favoritas y, desde el primer tropiezo ante Arabia Saudí, su confianza en el juego ha crecido de manera exponencial. Con dos victorias en fase de grupos ante México y Polonia, y otras dos en la fase eliminatoria ante Australia y Países Bajos, ha aterrizado en semifinales con el cartel de favorita.
Solo se puede subrayar un pero del camino recorrido por el combinado sudamericano, el sufrido desenlace en el último encuentro. Argentina dejó escapar una victoria cómoda en los minutos finales cediendo dos goles tardíos ante el equipo de Louis Van Gaal, y resolvieron su pase desde los once metros. Saben que la tercera Copa del Mundo está muy cerca, pero la lección aprendida ante los neerlandeses pone a los argentinos en alerta para no confiarse ante la escurridiza selección croata.
Para esta semifinal toda Argentina se encomienda a Lionel Messi. El delantero del PSG ha firmado cuatro dianas y dos asistencias en los cinco duelos disputados, y es la mejor baza de su selección para romper la férrea zaga croata. El '10' tiene en sus botas redondear su carrera con la selección, encadenar la Copa América con el Mundial sería el broche de oro a su trayectoria en la albiceleste y buscará regalar a los suyos el pase a la final en el encuentro en el que iguala el récord de partidos disputados en la Copa del Mundo (25, los mismos que Lottar Matthaus).
El obstáculo de la selección argentina no es ni mucho menos sencillo, pues Croacia ha demostrado tener las ideas muy claras. Su estilo de juego no guarda sorpresas, pero fue muy efectivo en 2018 y lo está siendo cuatro años después en Qatar. Su mejor arma, aguantar la presión y esperar el momento exacto para enviar a su oponente a la lona, como hizo ante Japón y ante la también favorita Brasil.
El recorrido de la selección ajedrezada en esta edición no ha sido ni mucho menos sencillo. Una única victoria en 90 minutos -ante Canadá en la fase de grupos- y cuatro empates es el historial de los croatas en los cinco partidos previos disputados. Se prevé un plan similar para el encuentro de semifinales, aunque el último cara a cara ante los argentinos en un Mundial (en el de 2018) se saldó con goleada (3-0) para los hombres dirigidos por Zlatko Dalic.
La referencia de Croacia es claramente Luka Modric (37 años), un jugador que no ha desaprovechado ni un minuto de su último Mundial. Con un recital de juego constante y su liderazgo dentro de la concentración sigue guiando a su país hacia la gloria. Su participación sobre el verde ha sido sublime hasta ahora y su labor de capitán ha quedado materializada en el ascenso de Livakovic, el joven guardameta al que se ha encargado de cuidar y hacer brillar en este Mundial.
Dos veces se han encontrado Croacia y Argentina en Mundiales, en 1998 y en 2018, con una victoria para cada uno de ellos. Ahora llega el momento del desempate, que vale más que en los dos choques anteriores, un billete para la final de Lusail.
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